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Política

En dos años, el Poder Judicial no decide proceso a narcotraficante

Alerta. Demora judicial permitió trasferencia de dos inmuebles, uno de ellos valorizado en 500 mil dólares. La Fiscalía ha solicitado el inicio del proceso por lavado de activos para poder decomisar los bienes e impedir su venta.

larepublica.pe
Delito previo. Enrique Luis Tato, tras su detención, ya tiene una condena por narcotráfico que establece el origen ilícito de su fortuna y la de sus cómplices.

La Fiscalía lleva un año y nueve meses intentando que el Poder Judicial realice una audiencia para que el cabecilla de una organización internacional de narcotráfico Enrique Luis Tato Pintos, preso en el penal de Ancón, escuche sus cargos por delito de lavado de activos.

El pedido de la Fiscalía fue presentado el 8 de mayo del 2018, ante la mesa de partes de la Corte Superior de Lima, sin que hasta el día de hoy sea resuelto. Siempre hay una excusa para suspender las audiencias.

El pretexto más recurrente, de acuerdo con fuentes judiciales, es la falta de equipos para realizar una audiencia de videoconferencia, desde el despacho del juez, en la avenida Abancay, hasta el penal de Ancón.

El expediente estuvo durante varios meses en los anaqueles del 37° Juzgado Penal de Lima. Recientemente fue derivado al 20° Juzgado Penal de Lima. La jueza María del Carmen Bless Cabrejas ha programado por séptima vez la audiencia, para el 10 de enero próximo. Al tomarse una decisión se permitirá decomisar los bienes adquiridos con dinero del narcotráfico.

Cartel de Paita

Enrique Luis Tato Pintos fue detenido en octubre del 2013 como el principal operador de un cartel internacional de cocaína, que desde el puerto de Paita, en el norte del Perú, enviaba cargamentos de droga a México y Europa.

La policía lo detuvo cuando se disponía a embarcar con destino a Lituania tres contenedores con una carga de pota congelada, donde se escondían más de cuatro toneladas de cocaína: 351 kilos en estado sólido y 3.721 kilos en líquido.

Entonces fue procesado por delito de narcotráfico y la Corte Suprema confirmó su condena a 18 años de prisión por ese delito. Junto a él fueron intervenidos el ciudadano israelí Ain Levi y el mexicano Alfredo Beltrán Félix, este último presunto integrante del cartel de Sinaloa.

Durante las investigaciones por narcotráfico se evidenció que, a través de las empresas Corporación e Industria Valant EIRL y Valant Sport Fish SAC, Tato Pintos había realizado 35 exportaciones de productos hidrobiológicos a Portugal, España, México, Costa de Marfil, Holanda, Bélgica y Francia, por 663,452 dólares.

Además se determinó que había recibido diversas transferencias de dinero del exterior de personas que no tenían relación con las exportaciones realizadas, con lo cual se adquirieron una serie de propiedades en el Perú, a nombre de familiares de Tato o terceras personas.

Lavado de activos

En base a esta información, el fiscal de lavado de activos José Castellanos Jara dispuso el inicio de una investigación para determinar la licitud o ilicitud de esas adquisiciones. Las indagaciones están a cargo del fiscal adjunto Miguel Toyohama Arakaki.

Además de Luis Tato, las investigaciones incluyeron a su pareja en el Perú, Nora Cecilia Landa Chicchón, y el israelí Ain Levi con su pareja María Reátegui Gutiérrez.

Tato y su cónyuge adquirieron un predio rústico de 700 metros cuadrados, en el kilómetro 17 de la carretera Piura, Los Ejidos, por 30 mil dólares.

Además, otra vivienda en la avenida Fortunato Chirichigno, en la urbanización El Chipe, Piura.

Por su parte, la pareja de Ain Levi, María Reátegui Gutiérrez, adquirió un departamento, más aires y cochera, en la avenida Paseo La Castellana, en Surco.

Por otro lado, al levantarse el secreto bancario se encontraron transferencias bancarias a Corporación Valant por 652,282 dólares que no correspondían a los consignatarios de las exportaciones y depósitos en efectivo por 541,100 dólares realizados por personas que no tienen vínculo comercial con esta empresa.

Pero las investigaciones no han podido avanzar más por la parsimonia del Poder Judicial y los investigados han empezado a transferir los inmuebles. Este caso se tramita con el Código de Procedimientos Penales de 1940, por lo que los jueces señalan que requieren realizar una audiencia para notificar a Luis Tato los cargos, antes de tomar una decisión.

Venta

Mientras se espera, Tato ha logrado vender la casa rústica comprada en el 2011 por 30 mil dólares en Los Ejidos en Piura, donde construyó una casa de dos pisos, con piscina y terraza, por 500 mil dólares.

El departamento de Surco con estacionamiento fue vendido por 100 mil dólares y los aires por otros 20 mil dólares a diversos compradores.

Nora Landa y María Reátegui no han logrado justificar fondos propios para dichas adquisiciones.

“Se ha reprogramado más de seis veces la audiencia para la sustentación de cargos. Esto es irreal”, comentó una fuente de la Procuraduría de Lavado de Activos.

La Fiscalía y la Procuraduría esperan que esta vez la jueza Bless Cabrejas no tenga nuevos inconvenientes y, al fin, se tome una decisión.

Una red de exportación de cocaína

Enrique Luis Tato ingresó al Perú a mediados de 1995, para trabajar como custodio en la casa del embajador argentino en Lima. Un par de años después sus familiares lo reportaron como desaparecido.

Tato Pintos reapareció en Piura el 2009. En la ciudad norteña logró montar su organización para exportar droga en los embarques de productos hidrobiológicos.

Las investigaciones determinaron que ofrecía su servicio a diversas organizaciones de tráfico de drogas que operan en el Huallaga y que tenía la protección de efectivos militares peruanos de los destacamentos del norte del país.

Denuncia presentada el 2018

La denuncia y el nuevo pedido de prisión preventiva contra Luis Tatos está pendiente de resolverse desde el 8 de mayo de 2018.

Papel de rosalia