En la legislatura pasada el fujimorismo y el Apra, y algunas bancadas aliadas, intentaron poner en tela de juicio el trabajo de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
Además estas agrupaciones políticas pusieron en la mira la ley universitaria e intentaron boicotear el proceso de licenciamiento de las universidades públicas y privadas.
Varias voces relacionadas con el sector educativo consideran ahora que este escenario debe cambiar y que el Congreso del 2020 debe garantizar la continuidad de la ley universitaria e incluso perfeccionarla.
Además, afirman que el nuevo Parlamento debe respaldar el trabajo de la Sunedu y no tratar de regresar al pasado de la informalidad en la educación superior universitaria.
Hugo Díaz, expresidente del Consejo Nacional de Educación (CNE), consideró que el avance universitario debe enfocarse ahora en la globalización y el uso de la tecnología. Según comentó, la ley exige “un componente presencial demasiado grande para las maestrías y doctorados”. En ese sentido, opinó que lo más apropiado es implementar lo virtual y lo semipresencial para entrar a lo moderno en los estudios universitarios.
Asimismo, dijo que debería haber más incentivos en la ley para impulsar los posgrados, ya que el país requiere de más personas con grados académicos e investigadores científicos que ayuden a crear patentes.
Por otro lado, también consideró que debe haber créditos que faciliten a las personas irse a calificar en el extranjero.
El también consejero del CNE resaltó el trabajo de la Sunedu y afirmó que hay cosas por perfeccionar. Además, hizo hincapié que hasta ahora no existe ni una denuncia grave por corrupción en dicha entidad.
La exministra de Educación Marilú Martens opinó que la ley universitaria debe tener un enfoque de aportes al país desde la investigación. Además, consideró que los miembros de la Sunedu podrían ser elegidos de otra manera.
No obstante, sostuvo que dicha institución ha hecho un buen trabajo y que ha mejorado la calidad de la educación universitaria.
Asimismo, sostuvo que dicha institución debería tener la fiscalización de la calidad de la educación tecnológica.
La exministra dijo que el Congreso 2020 tiene una gran labor en la continuidad de la ley universitaria, pero no en su retroceso. En ese sentido, aseveró que el Parlamento tiene todo el derecho a fiscalizar, pero debe respaldar el trabajo hasta hoy realizado.
La Sunedu ha estado en la mira del aprofujimorismo desde hace casi dos legislaturas. Incluso, la excongresista y expresidenta de la Comisión de Educación Tamar Arimborgo impulsó una investigación a la Sunedu sin sustento.
Lucio Ávila, exfujimorista y parlamentario por Puno, también intentó boicotear el trabajo de esta entidad e incluso quiso interferir en un proceso de licenciamiento.
Hernando Cevallos, exlegislador FA:
“El aprofujimorismo quiere desmontar la Sunedu. Este 2020 no dudo que lo quieran hacer y las bancadas que defiendan la educación en el país deben frenarlos y evitar que se retroceda en esta materia”.
Eloy Narváez, excongresista APP:
“Siempre he visto en la Comisión de Educación, presidida por el fujimorismo, un acto de entrampar el trabajo de la Sunedu. Este 2020 es clave para la continuidad de la reforma universitaria”.
- Sin resultado. El fujimorismo, desde que inició la legislatura 2016, tuvo la presidencia de la Comisión de Educación. Una de las primeras acciones que tomó fue abrir una investigación contra la Sunedu. Hasta el día de hoy se desconoce el resultado.