Mercedes Aráoz, vicepresidenta de la República, se ratificó en su posición y señaló que la disolución del Congreso de la República, decretado por el presidente Martín Vizcarra, “no ha resuelto nada para el país”. Agregó que "aún habían posibilidades de seguir dialogando” entre ambos poderes.
Asimismo, manifestó que no se arrepiente de haber jurado al cargo de presidenta encargada porque “era un mandato constitucional”, aunque aceptó que el juramento pudo haberse evitado.
“Para mí la disolución fáctica del Congreso fue inconstitucional. Habían posibilidades de seguir dialogando. Después de dos meses, el cierre del Parlamento no ha resuelto nada para el país. La confrontación política hacía mucho daño al país. Se usaron dos malos instrumentos de manera extrema, la vacancia presidencial y la cuestión de confianza”, declaró en entrevista con Punto Final.
Además, señaló que por el momento no regresará a la política activa debido a la mala experiencia que pasó tras la decisión del jefe de Estado el pasado 30 de setiembre, la que provocó la convocatoria a elecciones complementarias legislativas.
“El Congreso que estaba vigente en ese momento decidió suspender al presidente temporalmente y yo tenía que asumir la encargatura. Las formas quizás no fueron las correctas. Yo tenía que asumir la candidatura porque era un mandato constitucional. La juramentación pudo haberse evitado. Por supuesto que me sentí muy incómoda, yo acepté la encargatura, pero no la presidencia, por eso me negué a ponerme la banda presidencial. El acto político central era decir ‘sí, acepto’ porque aquí hubo un atropello a la Constitución”, comentó.
Al día siguiente de haber jurado como “presidenta encargada”, Mercedes Araoz anunció, a través de las redes sociales, su renuncia irrevocable al cargo de vicepresidenta de la República. Sin embargo, no ha sido aceptada hasta la fecha por no haber un Congreso que la pueda aceptar.
Por otro lado, la también excongresista oficialista informó que no se comunica con el mandatario desde hace “más de dos meses”, luego que decretara la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones complementarias para enero de 2020.
“Ya ha sido clara la distancia en la que estamos en posiciones, la distancia es muy grande. Yo he sido franca con él”, indicó argumentando que la decisión de la disolución fue un extremo.
Comentó que no se presenta en su despacho de vicepresidencia para “evitar maltratos” debido a que al inicio no le permitían la entrada y luego decidió ya no asistir. Asegura que no tiene sueldo y que vive “de sus ahorros”.
Por otro lado, la vicepresidenta indicó que no piensa participar en la política “por el momento” porque la situación que pasó fue muy dolorosa, por lo que se está dedicando a “organizar su vida”.
“En este momento no (pienso seguir en política). No pienso postular al Congreso, no pienso postular en el 2021. Me voy a tomar mi tiempo para seguir pensando qué es lo que ha sucedido en nuestro país en este tiempo, y conmigo también ha sido muy doloroso, no es un momento grato. Vuelvo a insistir, los políticos también tenemos que tener principios y yo por lo menos soy así y amo a mi patria”, sostuvo.
Mercedes Aráoz tuvo una relación distanciada con el presidente Martín Vizcarra desde que anunció el adelanto de elecciones durante su mensaje a la nación del 28 de julio. Luego de esto, la entones también congresista no apoyaba sus iniciativas legales, como la última medida de la disolución del Congreso, que hasta ahora califica de inconstitucional.