Moisés Mamani, excongresista de Fuerza Popular, aseguró el último jueves que la disolución del Congreso le cayó como “un alivio” pues ahora podrá disponer del tiempo necesario para poder dedicarse a sus negocios, lejos de los medios de comunicación que, a su parecer, intentaban “mancillar su imagen”.
Desde Tarapoto, en donde exhortó personalmente a un grupo de ciudadanos que había ocupado un terreno de su propiedad, que se vayan a “invadir” predios del Estado, el exlegislador del fujimorismo señaló que cuando representaba a Puno en el Parlamento, “no tenía vida”.
“Para mí ha sido un alivio cuando han disuelto el Congreso. Ha sido un alivio porque ya, prácticamente, la prensa me estaba, como dicen, comiéndome con zapato y todo. Ya no tenía vida”, dijo Moisés Mamani en declaraciones para el medio local VÍA Televisión.
Mamani, ahora lejos del Parlamento —vale resaltar que había sido suspendido por 120 días días antes de la disolución, el 4 de setiembre—, aseguró estar ahora “tranquilo, feliz y contento”, pese a que reconoce que “hay mucha población a la que no le caigo bien”.
"Hay muchos a los que sí [les caigo bien]: hay muchos, también, que insultan; y hay muchos que me reciben bien. Hay que entenderlos. Así es, lamentablemente, la política”, manifestó el ex integrante de la otrora bancada de Fuerza Popular.
Moisés Mamani sostuvo que durante su periodo como legislador, los medios intentaron “mancillar” su imagen, aunque no mencionó los actos que protagonizó y que condujeron cuestionamientos en su contra que, incluso, llegaron a instancias del mismo Congreso, como la Comisión de Ética —que recomendó dos veces su suspensión por 120 días, que se concretaron al final— y la Fiscalía de la Nación.
En específico, Mamani refirió a la denuncia por tocamientos indebidos que fue interpuesta en su contra luego de protagonizar un episodio de presunto violencia sexual contra una trabajadora de una aerolínea en un avión.
“Al día de hoy ese ‘mano zas’ como dijeron, no tiene pruebas. Si hubiera habido pruebas ya hubiera estado sentenciado. No hay pruebas", se defendió el fujimorista, agregando que el supuesto acoso que habría vivido de parte de los medios se debía al hecho de que era “un provinciano, un empresario que desde abajo ha comenzado”.