Por: Alonso Collantes
Las cuentas bancarias de Luis Nava Guibert y su hijo, José Nava Mendiola, llevan más de cuatro meses congeladas por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por el caso Odebrecht.
El Poder Judicial, sin embargo, evaluó esta tarde en una audiencia reservada la apelación del exsecretario de Alan García. Su hijo, Nava Mendiola, no impungó la medida que está vigente en contra de sus cuentas desde el 21 de abril pasado.
Hasta esta fecha, los fondos de origen presuntamente ilícitos de Nava Guibert alcanzados por la UIF eran una cuenta de S/328 310 y otra de US$114 619, distribuidas en seis entidades financieras.
Las de su hijo, en cambio, juntaban S/315 224. Fuentes con conocimiento del caso destacaron a La República que en el caso de Nava Guibert “son más de dos cuentas o productos” los que la UIF busca mantener congelados. El periodo de sospecha del supuesto origen ilícito de las cuentas de ambos investigados es del 2006 al 2017, según la Fiscalía.
Acorde con ello, los montos exactos que son retenidos a los investigados por el caso Odebrecht se darán a conocer cuando la Sala decida si mantiene o no congelados los fondos de los investigados por colusión y otros delitos.
Por esta razón, además, la audiencia fue reservada. En representación del Equipo Especial Lava Jato, acudió el adjunto superior, Oliver Chávez; y la Sala de Apelaciones estuvo conformada por los jueces superiores Guillermo Piscoya, Víctor Enríquez y Marco Angulo.
El abogado de Luis Nava, Raúl Noblecilla, en contacto con esta publicación precisó que la cuenta sueldo de su defendido, en la que recibía ingresos como profesor de la Universidad San Martín de Porres, también está incluida en la medida de congelamiento.
La tesis que maneja el Ministerio Público en este caso es que la gestión ilícita del dinero inició en 2006, coincidente con el segundo gobierno del fallecido expresidente Alan García.
No obstante, se extiende hasta el 2017, una vez culminadas las presuntas negociaciones para la licitación del Metro de Lima a Odebrecht, en perspectiva de la Fiscalía. De allí que el delito fuente haya sido la colusión, derivando de este luego el lavado de activos.
Uno de estos vehículos habría sido también Transportes Don Reyna, empresa de José Nava Mendiola, que contrató con Odebrecht mediante alquiler de maquinarias y sostuvo una relación comercial desde el 2007 hasta el 2017. Recientemente, 65 bienes le fueron inhibidas a Don Reyna por presunto lavado de activos.