El congresista de Fuerza Popular, Marco Miyashiro, se negó este miércoles a responder a los medios de comunicación por su participación en el chat de WhatsApp “La Botika”.
A su salida del Congreso, varios periodistas se acercaron al parlamentario fujimorista para preguntarle por las conversaciones que, junto a sus colegas de bancada, sostuvo en el polémico chat. Sin embargo, Miyashiro se molestó por las preguntas y se retiró del Parlamento sin brindar declaraciones.
Ante la pregunta de un reportero sobre los mensajes que había compartido en el chat, referentes al hermano de la congresista Janet Sánchez, que preside la Comisión de Ética, Miyashiro solo respondió tres veces la frase “muy bien”, negándose a dar más declaraciones.
A medida que el congresista se iba desplazando y que el grupo de periodistas lo rodeaba para obtener alguna declaración, el congresista Miyashiro solo espetó a un reportero de este diario que no le interrumpiera el paso.
“¿Me vas a dejar caminar?", fueron las únicas palabras del parlamentario fujimorista, quien prosiguió su camino sin prestar más atención a los medios.
En los chats de La Botika que fueron publicados este miércoles por La República, se aprecia uno en particular en el que el congresista Marco Miyashiro comparte a sus colegas fujimoristas información sobre el hermano de la presidenta de la Comisión de Ética, Janet Sánchez Alva, con la intención de dañarla.
La información sobre el hermano de la congresista oficialista, Guillermo Sánchez Alva —suboficial en retiro del Ejército que fue condenado a 25 años de cárcel por haber comercializado armamento—, se trata de una resolución del Tribunal Constitucional del 11 de abril de 2011, en la que el máximo ente de interpretación jurídica del Estado desestima un hábeas corpus que interpuso su defensa.
El hermano de la congresista Sánchez requirió al Tribunal Constitucional que habiendo cumplido 13 años de prisión, ordenase su libertad, pues el delito que le correspondía era el de comercialización de armas, que es de 12 años de cárcel.
En su mensaje, el congresista Miyashiro comunicaba a sus colegas fujimoristas que “la presidente de Ética es hermana de un sentenciado por traición de la patria”, información con la que el parlamentario pretendía descalificar a la legisladora.
Sin embargo, cabe indicar que en la misma resolución del Tribunal Constitucional, el ente advierte que al suboficial Sánchez Alva no le correspondía el delito de traición a la patria.