¿Por qué al Apra le conviene que se disuelva el congreso? ,Alan García ha lanzado una fuerte embestida contra el presidente Martín Vizcarra que buscaría crear las condiciones para un cierre del congreso que, a su vez, ‘justifique’ que él pueda huir del país para evadir otra vez a la justicia. García sabe que en febrero no podrá cantar la canción de Celia Cruz que tanto le gusta ‘La vida es un carnaval’, porque en la tercera semana se deberían ofrecer, si no se presenta otro inconveniente como el despido de los fiscales Rafael Vela y Domingo Pérez, los testimonios de los ejecutivos de Odebrecht sobre los sobornos pagados a políticos y funcionarios peruanos. Por eso es que, en noviembre, García quiso salir del país un sábado por la noche en que pidió asilo en la embajada de Uruguay aduciendo una persecución política por parte del presidente Vizcarra que le fue negada pues este era un motivo deleznable. Teniendo una orden de impedimento de salida del país, García quiso entonces botar a los fiscales Vela y Pérez usando a quien actuaba como su instrumento en el ministerio público, lo cual consiguió solo por unos pocos días, pues luego Pedro Chávarry tuvo que dar marcha atrás y reponerlos creyendo que así se quedaba en el puesto, lo cual al final no consiguió. Así, habiendo perdido en dos movidas consecutivas, ahora Alan García va por la tercera que es posible reconocer a partir de sus acciones políticas de estos días y que no sería otra que atacar al presidente Vizcarra buscando moverlo en la dirección de tensar la relación entre el gobierno y la oposición para que se termine disolviendo el congreso. En esa dirección se entiende el ataque al presidente Vizcarra asociándolo, como si esto fuera un delito, con obras hechas por Graña y Montero y Odebrecht, buscando meterlo en el mismo bote de los políticos investigados por los sobornos. Y en esa dirección apunta, también, la decisión de ayer de la comisión de fiscalización del congreso de investigar a la empresa Conirsa con un fin que no es otro que el de investigar al presidente Vizcarra, con el objetivo ulterior de que este opte por disolver el parlamento, un escenario que hace poco ha sido respaldado por más de un congresista del Apra. ¿Por qué le convendría ese desenlace a Alan García? Porque le daría la ‘justificación’ política para escapar del país aduciendo que no hay condiciones en el Perú para un juicio imparcial, y así reiterar la figura que en 1992 le permitió empezar la cuenta regresiva para la prescripción de los delitos por los que se le acusa.