"El referéndum permite desfogar el generalizado sentimiento de que “se vayan todos”, acentuado en la ciudadanía luego de conocidos los audios de la corrupción judicial y sus ramificaciones políticas".,Lo mejor que ha hecho políticamente el presidente Vizcarra ha sido convocar al referéndum de hoy. Probablemente se pudieron plantear mejor algunas reformas, quizás debieran incorporarse otras, pero ello no desdibuja el sentido más importante, como es recoger la voluntad popular en su máxima expresión efectiva. El referéndum permite desfogar el generalizado sentimiento de que “se vayan todos”, acentuado en la ciudadanía luego de conocidos los audios de la corrupción judicial y sus ramificaciones políticas. Esta irritación ya se venía larvando desde hace muchos años, alcanzó un pico alto cuando la crisis de PPK y su cima con los audios de Lava Juez, y amenaza con llevarse de encuentro a todo el statu quo político. Si Vizcarra no hubiese atendido la furia popular y la hubiese representado políticamente con la convocatoria al referéndum, hoy probablemente ya no estaría sentado en Palacio, habría sido devorado por la ola de indignación popular y seguramente ello habría conducido a la mayoría fujiaprista a vacarlo. Vizcarra tuvo la perspicacia de saber escuchar y entender frente a qué problema se hallaba. Si PPK hubiese sido Presidente en medio de la crisis probablemente aún hasta hoy estaría buscando un entendimiento con el keikismo para superar el impasse. Felizmente para el país, ya descansaba en su residencia sanisidrina. Estudios etológicos señalan que cuando en una manada de gorilas fallece el líder, su sustituto, una vez designado para el cargo, inmediatamente, en automático, desarrolla gran musculatura. El mandato lo empodera. Lo mismo le ha sucedido a Vizcarra, por quien pocos daban algún crédito antes de que asumiese la jefatura del Estado. Su carácter provinciano le permitió lograrlo. En otras regiones fuera de Lima no se puede hacer política sin la calle. Las autoridades regionales o locales deben tener el radar popular prendido las 24 horas del día. Si no, no sobreviven. Así, en su condición de ex presidente regional de Moquegua, Vizcarra pudo darse cuenta del problema de gobernabilidad entre manos y reaccionar rápidamente, remontando la ola y evitando ser ahogado por ella. El referéndum, por supuesto, no es la panacea, no resuelve todos los problemas políticos existentes y se necesitará de parte de Vizcarra que establezca una agenda de reformas significativas si quiere seguir al pie del cañón. Pero sin el referéndum hoy el país sería un polvorín político, su estabilidad presidencial sería mínima y muy probablemente el país estaría sumergido en una espiral de zozobra que a nada bueno conduciría el 2021, alentando y propiciando el crecimiento de figuras radicales antisistema. Si a Vizcarra le va políticamente bien, se diluye esa posibilidad. Si los resultados de hoy le son favorables al gobierno, logra varios triunfos a la vez: avanza en el destierro de la mafia politizada vinculada al fujiaprismo al interior del Ministerio Público y el Poder Judicial, lo que se consolidará una vez conformada la Junta Nacional de Justicia; y –al prohibirse la reelección-, abre el espacio para que se consolide el desbande de la bancada keikista y se conforme una primera minoría gobiernista (ello no solo extirparía el principal problema de ingobernabilidad presente, como es la disputa entre Ejecutivo y Legislativo, sino que, como efecto colateral, podría traer muy pronto la salida de Pedro Chávarry de la Fiscalía de la Nación, redondeando la victoria política). En corto tiempo, Vizcarra ha demostrado tener mayor sagacidad política de la esperada, derrotando a grandes adversarios y consolidando su gobierno. Gracias a ello, respiraremos más tranquilos el 2021. Ya depende de él si, además, quiere pasar a la gran historia consolidando grandes reformas y enderezando la fallida transición democrática. -La del estribo: a ver si el próximo alcalde de Barranco hace sentir sus fueros ante su par de Chorrillos o ante el alcalde provincial de Lima y logra que se suspendan todo tipo de actividades en el litoral chorrillano de la Costa Verde que lleve al cierre de esta vía, porque al hacerlo simplemente colapsa el tránsito en Barranco. Los que deberían ser los días más tranquilos de la semana, como son los domingos, se han convertido en un calvario por culpa de la triatlón, la maratón, la bicicleteada, la exposición de autos de colección o lo que se le antoje al burgomaestre chorrillano y que lo lleva graciosamente a estrangular una vía que resulta vital para Barranco, más aún luego del desastre urbano generado por el Metropolitano en este antaño bucólico distrito.