Incluso el nuevo comité de emergencia de Fuerza Popular parece una manera de propiciar nuevos alejamientos.,El desbande en curso en Fuerza Popular es un notable espectáculo político. En medio de su crisis judicial Keiko Fujimori no logra mantener unidos a sus cuadros. Han renunciado desde el secretario general hasta el asesor contratado hace pocos días. Además de los que han partido están aquellos que no han renunciado, pero ya no están allí. FP ha reaccionado a esta crisis desmantelando sus organismos de gobierno, los comités políticos y ejecutivo, y reemplazándolos por un comité de emergencia que asume todas las funciones. En los hechos, un búnker que deja fuera a casi toda la bancada. También una preparación para la eventual necesidad de reemplazar a Keiko Fujimori. Para el círculo más estrecho de la cúpula de FP todo el resto del partido está bajo sospecha. Los argumentos de las sucesivas despedidas vienen siendo versátiles, y van desde la lealtad (ayudar a la reorganización) hasta el reproche (la situación es insoportable). Pero el efecto es siempre el mismo: tomar distancia de un barco al garete que se hunde. Las situaciones son variadas. Hay los que se van antes de ser despedidos. Los que esperaban el momento adecuado. Los que desean mitigar sus propios problemas judiciales. Los que cobijan proyectos propios, como pasarse donde Kenji Fujimori o a algún otro lugar. Los que se han sentido maltratados en esta coyuntura. La lista sigue. Los llamados de Keiko Fujimori a la reconciliación quizás son también para una parte de los desafectos de FP, aunque todavía no se les está ofreciendo nada. Pero estos son los que mejor conocen el funcionamiento interno del keikismo, sobre todo con los invitados, y quizás dudan sobre la posibilidad de un cambio que los favorezca. A estas alturas parece claro que el desbande no va a producir otra agrupación. Lo más parecido a esto sería reagruparse bajo las banderas vengadoras del kenjismo, como forma de darle una nueva oportunidad al fujimorismo. Pero como ha hecho notar Rolando Reátegui, no todos los invitados son fujimoristas. Ya no ahora, por lo menos. Por lo tanto, no tiene mucho sentido pedirle orden, plazo final o dirección al desbande. Incluso el nuevo comité de emergencia de FP parece una manera de propiciar nuevos alejamientos.