Señor Chávarry, si lee esta columna, sepa que le otorgo el record Guinness por mayor número de cambiazos a dedo en la Fiscalía.,El fiscal de la Nación está siendo demasiado obvio. Acaba de echar del Ministerio Público (MP) a una de las fiscales que colaboraba en las investigaciones de José Domingo Pérez Gómez, el encargado del caso de los “Fujicocteles”. Erika Delgado se entera de su despido en medio de un allanamiento. Es como si un futbolista estuviese jugando el partido de su vida y se entera que el club acaba de rescindir su contrato. Y claro, el técnico se queda con uno menos. Ojo, esto no solo afecta la investigación contra Keiko Fujimori y allegados. Delgado venía de hacer numerosas entrevistas a líderes apristas porque, recordemos, el financiamiento con dinero sucio de Odebrecht se extendió a más de un candidato político. Que nadie esté hablando del caso AG no quiere decir que no estén avanzando las investigaciones contra militantes y cercanos al Apra. Ahora bien, los despidos constituyen solo una de las medidas desesperadas de Chávarry. Ahora, sin vergüenza alguna, ha enfilado sus críticas directamente contra Domingo Pérez, quien ahora podría afrontar una investigación en el propio Ministerio Público. No nos sorprende que se busque distraer a este funcionario que investiga tan delicados casos. Chávarry, jefe de la institución, convirtió una de sus primeras presentaciones en el Congreso como fiscal de la Nación en un raje de sus propios fiscales. Señor Chávarry, si lee esta columna, sepa que le otorgo el record Guinness por mayor número de cambiazos a dedo en la Fiscalía. Solo en el mes de septiembre, usted realizó aproximadamente 93 cambios en distintas fiscalías a nivel nacional. Cuando varios fiscales, incluso la Junta de Fiscales Superiores de Arequipa, pidió su renuncia, usted movió y removió todo. En ese momento los ojos estaban puestos en usted, porque aún está sindicado de ser parte de una organización criminal, Los Cuellos Blancos del Callao. Ahora la atención está en la presunta organización criminal al interior del partido de los Fujimori. Los fujimoristas no la están pasando bien y no están reaccionando bien. Cuando allanaron los locales de Fuerza Popular, grabaron y amenazaron a los fiscales; cuando allanaron la casi vacía vivienda de Jaime Yoshiyama, este dijo que le habían robado, aunque nunca hubiese planteado una denuncia ni tuviese pruebas del robo. Además, en plena diligencia encontraron a su esposa en el garaje con un CPU en la maletera del coche. El lunes detuvieron a Ana Herz de Vega y Pier Figari y vimos a un desconcertado Marco Miyashiro intentando demorar el traslado. ¿No hay obstrucción en todo esto? ¿No hay obstrucción cuando Chávarry saca e intenta amedrentar al equipo que investiga a Keiko? Ahora, uno de los testigos protegidos cuenta que Carmela Paucará, secretaria de la señora K, manejaba su agenda, apuntaba todas sus reuniones, pero que destruía los anotes de las reuniones “no oficiales”. ¿Cómo se llama la obra? Blindando a la señora K, al señor AG... y continuará.