"Este terruqueo ridículo, absurdo y estúpido es parte de una estrategia de ataques compulsivos al que, los desesperados fujimoristas, atinan para poder descalificar".,El golpe recibido por el fujimorismo con la detención preliminar de Keiko Fujimori ha provocado reacciones caóticas entre los congresistas y los directamente afectados por las denuncias de corrupción. La bancada está en histeria: entre ellos tienen miedo, saben que es posible enlodar a cualquiera de los que han participado en los infaustos cócteles blanqueadores de dinero. Los famosos asesores Pier Figari y Ana Herzt no atinan sino a enlodar al otro: una estrategia recurrente en las filas de los naranjas. Hoy por hoy quieren plantear una de sus tácticas más majaderas pero, no por eso, menos efectivas en un país que aún cree en el potencial antiterrorista de Alberto Fujimori: terruquear al fiscal. Ha sido el opinólogo “objetivo” Víctor Andrés Ponce que, en uno de sus tuits, ha lanzado una hipótesis desfachatada: echarle la culpa al fiscal José Domingo Pérez de utilizar los términos “guerrilla” en una conferencia en México, aunque el propio fiscal en la misma hora y media de su conferencia usó el término TERRORISMO para hacer mención de los grupos Sendero Luminoso y MRTA. Jorge del Castillo, como buen aprista, ha jugado en pared y ha declarado “[El fiscal Pérez] ha dicho en México que la violencia subversiva de Sendero Luminoso ha sido una guerra civil […] No puede sostenerse un fiscal que investiga cosas tan importantes del Perú diciendo eso públicamente”. Pero no solo eso, el atornillado Fiscal de la Nación ha puesto un tweet que solo dice “TerrorismoNoEsGuerrilla” posicionándose en contra de su propio fiscal: situación que ha sido obvia al retirar a una de las importantes mujeres de su equipo. ¡La histeria completa contra el fiscal que denuncia a la señora K! Este terruqueo ridículo, absurdo y estúpido es parte de una estrategia de ataques compulsivos al que, los desesperados fujimoristas, atinan para poder descalificar a alguien que está investigando la corrupción a la interna de Fuerza Popular y, por lo visto, está recogiendo pruebas contundentes. Como sostiene Carlos Rivera en un artículo publicado en La otra mirada, la Fiscalía señala claramente que han sido las declaraciones de funcionarios de Odebrecht que han manifestado la entrega de un millón de dólares a Yoshiyama y Bedoya a favor de Fuerza 2011, a esta suma le agregaron 200 mil dólares adicionales proporcionados a través de la recolección de fondos organizada por la ¡CONFIEP!, además de la famosa frase “aumentar a Keiko 500” que es el hilo de la madeja. El fiscal José Domingo Pérez ha solicitado protección porque se han expuesto sus datos personales y los de su familia en las redes sociales. Martha Chávez, de inmediato, ha salido a llamar al fiscal cobarde y cínico. ¡¿Esa es la forma como esta “asesora” respeta los poderes del Estado?! La verdad que Martha Chávez debería dejar de existir en el ámbito de la vida pública de nuestro país, casi no debería citar sus agresiones infundadas. Por otro lado, ha sido también Víctor Andrés Ponce quien ha denunciado un supuesto “golpe de Estado” del presidente Vizcarra contra el congreso. ¡¿Piensan que los peruanos y peruanas somos estúpidos?! No entiendo por qué siguen invitando a esta secta de fujimoristas asolapados a los canales de televisión para entrevistarlos como opinólogos. Hoy, en los medios, deberían estar hablando las víctimas del Grupo Colina y los familiares de los torturados y quemados en los sótanos del Servicio de Inteligencia: esa es la huella del fujimorismo en el Perú.