Si el congreso aprueba la ATU en segunda votación en el pleno, estaría vigente el 2019. Esta reforma acabará con una autoridad fragmentada, caótica, que aún hoy superpone funciones.,Son muchas las propuestas que los 20 candidatos a la alcaldía de Lima han expuesto para, según ellos, solucionar este eterno problema que causa más muertes que la inseguridad ciudadana y que, entre otros martirios, implica que un limeño se pueda pasar más de tres horas en un bus o una combi cada día. El tremendo detalle es que, al margen de su viabilidad, ni los candidatos ni sus propuestas han tomado en cuenta la reciente aprobación de la llamada Autoridad Única de Transporte (AUT), la cual colisiona directamente con sus ofrecimientos debido a que los priva, por fin, según todos los especialistas, de sus competencias. En no poner en agenda unos de los pocos consensos entre Ejecutivo y Congreso en pro de los ciudadanos hemos fallado los medios, los postulantes y hasta el propio JNE. Si el congreso aprueba la ATU en segunda votación en el pleno, estaría vigente el 2019. Esta reforma acabará con una autoridad fragmentada, caótica, que aún hoy superpone funciones, como ocurre entre las municipalidades de Lima, Callao y hasta Huarochirí y con la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico y el MTC. Las competencias estarán centralizadas una sola entidad, la cual se encargará de planificar, regular y fiscalizar el servicio de transporte terrestre. También contará con autonomía administrativa y financiera. Tendrá ocho miembros, designados por el MTC, entre ellos cuatro representantes de las municipalidades provinciales. Con la ATU se marca el inicio de un sistema de transporte integrado de todas las modalidades de transporte incluyendo tarifas de pago para buses, metropolitano y trenes. Se impulsará que las empresas de transporte sean propietarias de la flota y que el sistema sea accesible para personas con discapacidad, madres gestantes y ancianos. Las rutas serán simplificadas para acortar los tiempos de viaje. Lo más importante: se erradicará, poco a poco, la informalidad en el transporte público. ¿Qué tiene que decir el próximo alcalde al respecto?