Keiko advierte y amenaza a la presidencia de Vizcarra.,El comentario de Keiko Fujimori de que el presidente Martín Vizcarra “está siendo mal aconsejado” por su decisión de demandar la inconstitucionalidad de la ‘ley mordaza’ ante el TC, podría ser una simple opinión de una política muy influyente sobre un tema relevante, pero su comportamiento político del último par de años lleva a pensar, de manera inequívoca, que se trata de una nueva amenaza al gobierno y a la democracia, tal como lo hizo con su antecesor Pedro Pablo Kuczynski. “El presidente Vizcarra está siendo mal aconsejado porque él ha señalado que la llamada ‘Ley Mulder’ es una ley mordaza lo cual, como he explicado antes, no es cierto. Quiero esclarecer que esto de ninguna manera afecta la libertad de expresión. Lo que se ha regulado es cómo se debe o no utilizar los recursos”, señaló Fujimori. Eso es mentira. Primero, no ha regulado nada; solo ha prohibido. Segundo, esta ley no es solo de Mauricio Mulder sino del fujiaprismo que él integra con entusiasmo. Tercero, sí afecta la libertad de expresión; es más, su fin principal es ser instrumento de amenaza y chantaje al periodismo incómodo para el fujiaprismo, como lo reconoció Luis Galarreta. Pero siendo eso preocupante, lo es más la respuesta de Fujimori a la decisión del presidente Vizcarra, sustentada en el cumplimiento de la constitución que la misma lo obliga, cuestionar la norma en el TC. Porque es una falta de respeto decirle al presidente de la república –quizá repitiendo lo que le pasa a ella– que no tiene opinión propia sino consejeros que lo manejan. Pero más que eso, para una mujer sin sutilezas como ella, lo que le está diciendo al presidente Vizcarra es que debe recordar para qué lo pusieron en Palacio de Gobierno, que no es para otra cosa que para desarrollar un gobierno que, para decirlo de un modo elegante, sea ‘amigable’ con el interés central de Fuerza Popular: hacer todo lo que sea necesario para que Keiko Fujimori cumpla su sueño. Para ella es crucial un avasallamiento de los medios no solo por venganza por la campaña 2016, sino por la del 2021 pues ella cree que la prensa es un obstáculo para su ambición. Ella no cree en la libertad de expresión. Cree que los periodistas –como en el fujimontesinismo– se compran. Y Fujimori también le está advirtiendo a Vizcarra, sino amenazando, sobre lo que puede pasar si no cumple el trato: lo mismo que con PPK. La sombra del Yeti antidemocrático ha reaparecido, esta abominable figura de las nieves del ataque antidemocrático está otra vez acá.