Keiko Fujimori avanza en el plan para limpiar ruta al 2021.,Fuerza Popular (FP) sigue ‘limpiando’ la carretera para poner a Keiko Fujimori en Palacio, aun cuando eso recuerde lo peor del fujimontesinismo y refuerce el rechazo de la ciudadanía. La esperanza de FP es acabar el trabajo sucio con el tiempo suficiente para lavarse la cara de la suciedad que está derramando, antes de la elección, apelando al olvido colectivo, aunque eso parece difícil de lograr. Por eso, están apurados y nada detiene su accionar antidemocrático en varios frentes, siendo el principal en estos días un congreso donde FP ha logrado un avance importante tras la fragmentación por los ‘avengers: reconstituir la mayoría parlamentaria que necesita para mangonearlo. Empezando por conservar la mesa directiva para disponer de los recursos para financiar y poner en marcha el plan de demolición institucional con el fin de satisfacer la ambición dos veces frustrada de Keiko Fujimori. Ya casi lo ha conseguido gracias a un reclutamiento bien estructurado. La bancada de FP de 59 parlamentarios se va a estirar para superar fácimente los 66 votos que requiere con los tres accesitarios que reemplacen a Kenji Fujimori y sus dos avengers suspendidos, así como con los topos Yeni Vilcatoma, Pedro Olaechea, Jorge Castro, Edwin Donayre, Julio Rosas, algún aprista y hasta el premier César Villanueva si es necesario. El otro frente de actuación está en los medios, también amenazados desde el congreso, con la promulgación inminente de la ley Mulder que, como ha confirmado su presidente Luis Galarreta, es un arma de chantaje a la prensa, así como el montaje de un equipo para construir una narrativa diferente que prepare al país para el discurso autoritario y conservador que lleve a Keiko Fujimori a Palacio. Esto incluye una ley aberrante para controlar contenidos de las películas peruanas por supuesta apología al terrorismo. O el seguimiento y hostilización a periodistas que, como lo acaban de reconocer el lunes sin tapujos en una entrevista periodística, FP considera que son los peligros principales de la candidatura de Keiko Fujimori. A ellos se les persigue y ataca usando, entre otros, a nada menos que a los jefes de seguridad y de comunicación del parlamento, cuya presencia en esos puestos es, por su comportamiento, otra vergüenza de un congreso que Fuerza Popular lo está convirtiendo en la Casa Rosada de la democracia peruana con el fin de incinerar cualquier obstáculo que Keiko Fujimori y su equipo crean que le puede impedir ser, ahora sí, la presidenta del Perú en el año 2021.