Momento político complejo que, al menos, aburrido no es.,La política peruana atraviesa un momento complejo por la confluencia de varios procesos de importancia para la perspectiva futura del país, y una expresión de ello es que el nuevo intento de vacar al presidente de la república es solo una de las varias pistas con las que nos ‘entretiene’ este gran circo de la política peruana. El nuevo proyecto para vacar al presidente Pedro Pablo Kuczynski está en marcha pero las señales son confusas sobre la real intención de destituirlo antes de semana santa o de la Cumbre de las Américas en Lima al final de la primera quincena de abril. Mientras las dos izquierdas están por la vacancia, Fuerza Popular emite señales que van desde ese par de yihadistas del verbo que son Héctor Becerril y Daniel Salaverry, para quienes la destitución de PPK debería ocurrir mañana, hasta los que implícitamente parecen encontrarle el gusto a (man)tener al presidente PPK debilitado –y eyectarlo cuando quieran–, como en ‘Aurora’ de Óscar Avilés: “que sufra mucho pero que nunca muera”. Y, entonces, formulan planteamientos obstruccionistas como el manifestado por los mototaxistas Luis Galarreta y Miki Torres ante el nuevo decreto –presentado tardíamente por un gobierno al que le cuesta mucho hacer las cosas bien– para reemplazar al DU 003 para empresas vinculadas a actos de corrupción. Y mientras eso ocurre, el indulto de PPK a Alberto Fujimori recibe un espaldarazo inesperado del secretario general de la OEA Luis Almagro, pero se prepara para recibir dos notificaciones adversas que abrirían la caja de Pandora en la política peruana por los efectos imprevisibles de una eventual reversión de la gracia presidencial: la inclusión –según Expreso– del ‘indultado’ en el caso de la matanza de Pativilca, así como una sentencia antagónica de la Corte IDH, especialmente después del fallo de anteayer que ordena archivar la denuncia contra cuatro vocales del TC. Y por si todo eso fuera poco, este 27 de febrero se realizará el interrogatorio de la fiscalía a Jorge Barata que puede trastocar toda la política peruana. Como no, también. Esto sucede en un contexto en el que la justicia otorga prisiones preventivas con arbitrariedad en casos como los de Ollanta Humala y Nadine Heredia, o los empresarios José y Hernando Graña, entre otros. La vacancia presidencial es, en todo este jaleo, y los esfuerzos de Palacio para evitarla mediante, entre otras acciones, nuevos relevos ministeriales, solo una de las pistas más de este gran circo llamado Perú que será cualquier cosa menos aburrido.