¿Hay algo que podría hacer PPK para evitar su vacancia?,La perspectiva más probable de Pedro Pablo Kuczynski es que sea vacado, pero en política, como en el deporte, el partido “no acaba hasta que termina”, como decía Yogi Berra. ¿Es inexorable ese final? ¿Puede PPK desafiar al destino de su vacancia? Muy difícil pero no imposible. El problema lo arreglaría ‘al toque’ si otra vez habla con Kenji para que ahora le ponga los otros 18 votos que dice tener, en cuyo caso dejaría a su hermana con una bancada de 43 con la que ya no puede vacar a PPK. Si eso no es posible, para salvarse PPK requeriría una estrategia que empiece destacando que el nuevo intento de vacancia es la renovación del pacto Marco Arana-Keiko Fujimori. Ambos ya han mostrado vocación por pactar con quien sea para lo que sea. FP con Sendero Luminoso en la huelga de maestros, y Arana con Keiko en el anterior pedido de vacancia. La incorporación de Nuevo Perú al club de la vacancia obedece a sentirse, con toda razón, embaucados por PPK en el ‘indulto sin vacancia’, así como por la necesidad de pelear con Arana por el mismo espacio electoral. Pero un indulto político disfrazado de humanitario –la mentira de PPK– es un asunto para desaprobarlo pero quizá no para vacarlo. Si por mentir se va a botar al presidente, el único que se salvaría del último medio siglo sería Valentín Paniagua. Para salvarse, PPK también necesitaría demostrar que, no obstante la aparición de nuevos elementos relevantes en su relación con Odebrecht, la acusación es, en el fondo, la misma de diciembre y que no se podría votar una vacancia dos veces por lo mismo. Esto no exoneraría a PPK de ir cuanto antes a la comisión lava jato, en vez de seguir cabreándola, ni de una investigación profunda de la fiscalía por acusaciones que aún no ha podido responder. En todo caso, el testimonio de Jorge Barata podría dar más luces para no dejar duda de que una decisión tan grave para el país como la destitución de un presidente solo obedece a un pacto Arana-Keiko. Todo lo anterior no erradicaría el gran déficit de credibilidad de PPK y la urgencia que tiene de gobernar haciendo política, lo cual no lo está pudiendo compensar la premier Mercedes Aráoz, a pesar de su entusiasmo, debido al contexto político. Y que, quizá, sí podría remediar con alguien como Jorge del Castillo, quien ha vuelto a dar evidencia en estos días, en entrevistas periodísticas, de capacidad y deseo de defender a una presidencia que, para salvarse, necesita que PPK dé un paso informal al costado para desafiar al destino inminente del colapso por vacancia.