Hasta el momento la condición de juzgado y posible expulsado dentro de FP le está sirviendo bien a Kenji Fujimori.,Kenji Fujimori ha declarado que si lo expulsan de Fuerza Popular se atrincherará. ¿Qué significa? Lo más obvio es que en ese caso piensa persistir en la lucha. Pero luchar desde fuera de un partido puede tomar muchas formas. Por lo pronto se nos ocurren dos: luchar por ser readmitido o empezar a construir uno nuevo en los márgenes de FP. Probablemente FP preferiría que se produzca lo segundo, que liberaría a Keiko Fujimori y la mototaxi de su actual hipoteca frente a Alberto Fujimori. Esa dependencia se ha reducido mucho en los últimos tiempos, al constatarse los diversos factores debilitantes del ex presidente indultado. No necesitar a Kenji es no necesitar realmente a Alberto. El cálculo anterior tiene cierto sentido para lo inmediato y para el corto plazo. Pero un segundo partido fujimorista compitiéndoles, no importa cuán limitado en sus alcances, sería puro veneno electoral en el 2021. Entre otras cosas porque un partido kenjista, con el aval del padre, no solo les competiría, sino que además atacaría a FP desde sus trincheras. Hasta el momento la condición de juzgado y posible expulsado dentro de FP le está sirviendo bien a Kenji Fujimori. Le aporta bienvenidas cuotas de publicidad, ha mejorado sus cifras en las encuestas, lo distancia de la radioactividad del caso Odebrecht, prolonga su imagen de liberador del padre, y hasta de político independiente. Sin embargo Kenji Fujimori ya está necesitando victorias más contundentes que las ya obtenidas. La patinada con Federico Pariona ha sembrado dudas sobre su capacidad de arrancarle más congresistas a FP. El silencio de Alberto Fujimori lleva a pensar que los problemas con el indulto han desactivado su capacidad de revancha dentro del partido. De modo que atrincherarse probablemente significará una batalla cuesta arriba, contra una organización decidida a dejar atrás a Alberto Fujimori, y en esto también ella atrincherada. Para demostrar esto ya hay suficientes declaraciones. Comenzando con las que asimilan de lleno a Kenji Fujimori al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. Quizás es temprano para declarar que el camino de la familia Fujimori dividida no conduce a la presidencia en el 2021, en ninguna de sus alternativas. Pero así parece.