¿Quiere, en realidad, PPK seguir siendo presidente?,Más allá del comentario del presidente Pedro Pablo Kuczynski al papa Francisco cuando lo despedía el domingo en el Grupo 8, sobre la calidad de los políticos peruanos, el desprecio que él proyecta sobre la política da que pensar en la posibilidad de que, en realidad, ya esté aburrido de un puesto que no le molestaría dejarlo. “El cariño de la gente es maravilloso”, le dijo el papa al presidente, y este le respondió que “lo único malo que tenemos aquí son los políticos”. Y mientras PPK festejaba su chiste con su típica carcajada, Francisco esbozaba una sonrisa de compromiso. Esta columna no intenta defender a los políticos peruanos, que, en su mayoría, son, en efecto, calamitosos, pero sí cuestiona que lo diga el presidente Kuczynski, por cuatro razones. Primero, porque el jefe de estado debiera darse cuenta de que cuando alguien se vuelve impopular, como es su caso, los chistes ya no producen risa o simpatía, como ocurría al inicio de su gobierno, sino molestia. Hoy PPK ya no parece gracioso. Segundo, porque no se puede generalizar en una política en donde hay mucha mediocridad y corrupción, pero en la que también concurren algunas personas valiosas. Tercero, porque si de criticar se trata, PPK debería incluirse en un grupo del cual es parte central de esa política a la que cuestiona, no solo por ser el presidente sino porque ha transitado por ella durante medio siglo. Y cuarto, y quizá más importante, porque, por si no se ha dado cuenta, Kuczynski está en la cuerda floja por la pérdida acelerada de respaldo por parte de tres sectores fundamentales para la estabilidad política de su presidencia. Primero, en la opinión pública, en donde la aprobación a la manera cómo ejerce la presidencia anda baja (23% según Ipsos); y todo apunta a que, en los meses siguientes, no tiene cómo levantar. Que volará bajo. Segundo, en el sector empresarial. Mientras en CADE 2016 era aprobado por el 89%, en el de 2017 solo lo fue por el 37%, y su desaprobación llegó a 63%, según la encuesta de Ipsos entre los asistentes. Sin embargo, a pesar de la turbulencia, el sector empresarial sigue en el terreno optimista, según la encuesta aplicada la semana pasada en el SAE de Apoyo Consultoría. Y, tercero, en el congreso, que es de donde podrían venir los ataques mas fuertes, tiene más de un centenar de votos que, al primer resbalón, lo pasan a ex presidente. ¿Para qué, entonces, seguir bromeando con ellos, como quien mete el dedo mojado en el enchufe?