La importancia del debido proceso en vacancia de PPK.,La escena política peruana ofrece hoy un panorama patético: un presidente de la república va a ser sacado del cargo por incapacidad moral, a partir de la acusación de haber cometido un delito grave, por iniciativa de una mayoría parlamentaria que, en el último año, ha demostrado que carece de autoridad moral. Es obvio que Fuerza Popular y el Apra dedicaron todo su esfuerzo del último año y medio a demoler la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski mediante su vacancia y, en el camino, demostraron cuán bajo se puede caer en el ejercicio de la política. Finalmente, encontraron la motivación en una causa que es real, porque no debe haber duda de que ser ministro y recibir dinero de una empresa privada es una falta muy grave, especialmente cuando se está negociando con ella. De comprobarse, justifica la salida del presidente. Pero aun pareciendo sólida la acusación, se debe cumplir estrictamente el debido proceso, incluyendo la defensa que el presidente debe tener la oportunidad de realizar, algo que varios integrantes de FP quisieron saltarse a la garrocha con una vacancia fast track que produce sospecha. Porque no se puede perder de vista el apuro por sacar al presidente PPK. Primero, mediante una insólita renuncia con ultimátum planteada por FP que le serviría para no cargar con el peso político del despelote en marcha en el país. Es inevitable, en este contexto, reiterar que con los cobros de Westfield a Odebrecht, o sin ellos, el fujiaprismo igual iba a vacar a Kuczynski, y que el propio presidente contribuyó a ese proceso al no ser capaz de articular una estrategia política indispensable frente al evidente tren de la vacancia que se puso en marcha hace año y medio. Una renuncia significaría para PPK una admisión del delito, por lo que, si quiere defender su honra, debe morir políticamente haciéndola valer aún al costo de una vacancia. Pero incluso si el presidente demostrara su inocencia, igual lo van a vacar, y eso se refleja en el objetivo por el que se está procediendo. Un apuro que confluye con el proyecto en marcha del fujiaprismo para capturar el Tribunal Constitucional y la Fiscalía de la Nación para, junto con el dominio que ya tienen del Consejo Nacional de la Magistratura, eludir toda responsabilidad en las investigaciones sobre lava jato y el lavado de activos de Joaquín Ramírez. Curioso sainete este en el que gente sin autoridad moral va a declarar la vacancia de un presidente por incapacidad moral.