El retorno del síndrome de vacancia versus disolución.,Calma chicha significa una tranquilidad sospechosa porque todos saben que algo malo puede reventar en cualquier momento, como ahora con el resurgimiento de la vocación del fujiaprismo por patear el tablero institucional si es necesario para blindar a Keiko Fujimori, su financista Joaquín Ramírez y al ex presidente Alan García. En coincidencia con el interrogatorio a Marcelo Odebrecht sobre su relación con García y Fujimori, y la reapertura de la investigación a Ramírez, el fujiaprismo lanzó un fuerte ataque institucional que permite entender lo que Keiko quiso decir con “ya sobrepasaron el límite”. El embate institucional incluye la acusación, con causas deleznables y hasta ridículas, a cuatro miembros del TC, al fiscal de la Nación y al ministro del Interior, una citación ilegal al presidente de la República para que se constituya en la Comisión Lava Jato –convertida en chaveta partidaria–, y una iniciativa rocambolesca para que el fujiaprismo siga bajándose ministros sin riesgo de perder la chamba. Y cuando salta la evidencia de la arbitrariedad de sus iniciativas, el fujiaprismo recurre al enjuague vía ‘interpretación auténtica’ de Úrsula Letona, una abogada especializada en asuntos de empresas pesqueras que deambula en materia constitucional. Este empellón institucional viene con estilo de camionero, como cuando Letona insulta, desde la presidencia de la Comisión de Constitución, a Yonhy Lescano; Héctor Becerril tuitea al fiscal de la Nación, con aire de guardaespaldas achorado, “Pablo Sánchez: No voy a tener miedo. Tu subconsciente te gana y niegas lo evidente, claro que tienes miedo porque te sabes corrupto”; o Karla Schaefer exige la inmediata presencia del jefe de la Sunat para meter como sea su proyecto para exonerar de impuestos a la actividad aerocomercial. Las señales de que el fujiaprismo está dispuesto a avanzar en el arrinconamiento del presidente Pedro Pablo Kuczynski, hasta ponerlo al borde la vacancia, son cada vez más claras. Pero el gobierno no exhibe capacidad de respuesta política, y solo atina a acatar los vetos expresos del fujimorismo –recientemente en Provías– y a seguir dándoles puestos a fujimoristas con el fin de calmarlos, como acaba de ocurrir al nombrar a la responsable del plan de gobierno de FP en el Consejo Nacional de Educación. Como decía una caricatura reciente de Heduardo en la que el censista le pregunta a PPK “en su centro de trabajo, usted se desempeña como…”, y el presidente responde “como le gusta a Keiko, pero igual se enoja”.