El buen papel del congresista Alberto de Belaunde.,En un contexto de justificado desprestigio del congreso por el desempeño lamentable de muchos de sus miembros, es interesante identificar algunos de ellos que se distinguen por una agenda bien focalizada y comportamiento bien encaminado como Alberto de Belaunde. De Belaunde cumple su primer período en el congreso y parece tener la pretensión de permanecer en la política por un buen tiempo más. Lo hace desde la bancada oficialista, que no suele ser un espacio propicio para lograr un perfil notorio. La opinión pública usualmente prefiere a los que se enfrentan al gobierno con iniciativas populistas o irracionales. En eso, el fujiaprismo, AP y las dos alas de izquierda avanzan a paso firme. Pero es Fuerza Popular la agrupación en la que abundan las posiciones más descabelladas y absurdas. Juntar 70 personas de calidad parece algo imposible para cualquier partido político peruano. Algunos de ellos ya han sido identificados en las redes, siendo motivo de ironía impecable sobre la base de sus carencias y exuberancias. Karina Beteta parodiada por ‘Beteta Inteligente’ (@smartbeteta), Bienvenido Ramírez como ‘Bienleído Ramírez’ (@bookbienvenido), Carlos Tubino como ‘Don Tubo’ (@TubinoTolerante), son solo algunas expresiones que hacen notar el papel penoso de varios congresistas. Siempre se cree que el nivel del congreso peruano ya no puede caer más, pero cada lustro trae un peor insumo a su recinto y permite constatar que, como ocurre ahora, siempre se puede seguir cayendo un poco más. Como consecuencia, la imagen pública del congresista peruano es terriblemente penosa. Una encuesta reciente de Ipsos publicada en El Comercio pregunta por la confianza ciudadana en distintas profesiones, y lo que concluye es que la de parlamentario es la profesión en la que menos confía la gente, la más desprestigiada, con 89% que no confía en ellos, y 8% que sí les tiene confianza. En ese contexto es positiva la aparición de nuevos parlamentarios que empiezan a desarrollar un trabajo positivo y coordinado con las otras bancadas, como lo hizo el congresista Alberto de Belaunde con el proyecto de ley para aprobar el uso medicinal del cannabis y sus derivados, una materia que suele ser tabú y que debe superar prejuicios absurdos. La recuperación indispensable del prestigio del congreso, por ser una institución fundamental del país, pasa por nuevos integrantesque sean capaces y bien intencionados, como es el caso de De Belaunde, en todas las corrientes políticas.