La cadena de huaicos, producto del fenómeno de El Niño costero, ha puesto en evidencia lo vulnerable que somos en el abastecimiento de agua. Entre las muchas lecciones que podemos extraer de dicho proceso, hay una que me encantaría resaltar: el aumento de la responsabilidad ciudadana respecto del uso del agua. SEDAPAL ha construido una enorme infraestructura para abastecer de agua a Lima y Callao. Está constituida por presas, represamiento de lagunas, canales altoandinos, túneles, plantas de tratamiento, pozos de aguas subterráneas, ramales, redes primarias, secundaria y domiciliarias, reservorios, cámaras de bombeo y rebombeo, colectores y redes de desagüe, etc. La inversión es considerable, desconocida y por ello poco valorada. Para las personas que tenemos los servicios es tan fácil y sencillo que el agua llegue a nosotros al abrir el caño y ver cómo desaparece el desagüe, al bajar una palanca. No asumimos lo duro, difícil y caro que es tenerlos. Pocos conocen que el agua proviene principalmente de Junín y Pasco y de la sierra de Lima. Menos aún se imaginan que nuestros desagües deben ser tratados antes de ir a los ríos o al mar para evitar dañar la salud pública. Quizás, por ello, es pobre la valoración que tenemos respecto del costo del servicio y el pago que realizamos. La SUNASS decidió hace unos días aplicar el plan tarifario de SEDAPAL aprobado el 2015 y focalizar el subsidio. El objetivo es que los beneficiarios sean las personas de menos recursos y no todos los usuarios (como los comerciales e industriales). Para ello, ha recurrido al Sistema de Focalización de Hogares (SISFHO), los Planes Estratificados del INEI y la cartografía comercial de SEDAPAL. Subsidio sigue beneficiando a las familias Seré más explícito: el precio de un m3 de agua o mil litros que SEDAPAL pone en nuestras casas cuesta 3,66 soles. Ahora con la reducción del subsidio, las familias de menos recursos pagarán 1,23 si consume hasta 10 m3, 1,37 hasta 20 m3 y 1,45 hasta 50 m3. Para las de mayores ingresos el agua costará 1,45 m3 hasta 20m3 y 2,05 hasta los 50m3. Como vemos, todos los ciudadanos seguimos beneficiados a pesar de la reducción del subsidio. Si consumo responsablemente, pago menos. Otro grupo de los subsidiados son los que se encuentran en la categoría social, como los clubes de madres, comedores populares, bomberos, asilos, etc. Pagarán la tarifa más baja por m3 (1,23 soles). También serán subsidiadas las instituciones estatales (3.45 soles por m3). Los que no están subsidiados, e incluso tienen la categoría de subsidiantes en términos domésticos o residenciales, son quienes consumen más de 50m3. Ellos sin importar si tienen más o menos recursos económicos pagarán 5.24 por cada m3 de agua. El otro grupo lo constituyen los comerciales e industriales para quienes la tarifa se fija en 5.24 y 5.62 soles por m3. Uso responsable y solidario del agua En Lima, el promedio de consumo de agua al mes es de 19 m3 o 19,000 litros, es un dato que puede permitirnos asumir con mayor responsabilidad el consumo. Con este marco, es bueno llamar la atención ciudadana, respecto a las familias que no cuentan con agua en sus casas y que se ubican en la periferia y zonas donde SEDAPAL aún no llega con sus proyectos. Estas familias son abastecidas por camiones cisternas y pagan según su lejanía 15, 20 o 25 soles por m3. Es decir, entre 7 y 15 veces más que las familias que sí tienen el servicio. Ojalá este dato sirva para ser más solidarios en el uso del agua. Finalmente, invocar a los ciudadanos que tomemos en cuenta lo siguiente: cuando pagamos 3 soles por una botella de agua de un litro pensemos que con 2 soles SEDAPAL nos pone mil litros de agua en nuestra casa. O quizás podamos pensar que con los 5 soles que cuesta una cerveza, SEDAPAL nos pone 2,500 litros de agua. Un poco más de solidaridad en el uso del recurso siempre será bueno para todos los ciudadanos y nuestro país.