No paran las críticas a Petroperú por la Refinería de Talara, ya que sería un gran “elefante blanco” que le costaría miles de millones de dólares a todos los peruanos. A los críticos habituales “duros” se suma, desde hace ya buen tiempo, los críticos más “blandos”, que provienen del propio gobierno. A tal punto llega la crítica “blanda”, que las palabras Petroperú y Talara no aparecieron ni por asomo en el discurso del 28 de julio. Cero. Y todo esto a pesar de la exitosa emisión de bonos por US$ 2,000 millones del pasado 12 de junio, la primera de ese monto por una empresa estatal en la historia económica reciente. Se dice que este gobierno “ha heredado” este proyecto y que, si de ellos dependiera, “lo pararían”. Pero se han dado cuenta de que no lo pueden hacer “porque ya está muy avanzado”. Por tanto, no queda más que continuarlo, tratando de, digamos, “minimizar los daños”. Pero otra cosa nos dice un reciente informe de Petroperú del 14 de junio pasado. Dice el Informe que el proyecto es rentable y que, por tanto, es capaz de pagar todos los montos de inversión en los plazos requeridos. Como las principales críticas dicen exactamente todo lo contrario, es necesario detenernos un momento en los supuestos y resultados. Dice el Informe que el margen por barril (es decir, el ingreso por ventas de cada barril de combustible refinado) se estima en US$ 8.40 por barril en el periodo 2018-2020 y que esta es una proyección conservadora. Agregan que, cuando el proyecto entre en marcha el 2021, este margen aumentará a US$ 12.5 por barril y seguirá aumentando hasta US$ 14.28 por barril en el 2035 (período de análisis). Se proyecta una tasa de inflación de EEUU del 2%, según el Reporte de Inflación de EEUU. La tasa del impuesto a la renta es del 29.5% (Decreto Legislativo 1261) y se proyecta el tipo de cambio 2016-2035, de acuerdo al Marco Macroeconómico Multianual 2016-2019, ajustado a la inflación de EEUU para los años posteriores. El monto de inversión total del proyecto es de US$5,404 millones, lo que incluye las comisiones y los intereses del período de construcción (si éstos se excluyen, baja a US$ 4,365 millones). La tasa que utiliza Petroperú para calcular la rentabilidad de sus inversiones (lo que se llama el Valor Actual Neto) es de 6.27% en dólares constantes y 8.39% en dólares corrientes. Como se aprecia, una tasa de 8.39% es adecuada y está en línea con las tasas del mercado. Los resultados del modelo económico arrojaron un Valor Actual Neto positivo en US$ 160 millones con una Tasa Interna de Retorno de 8.75% en dólares corrientes, superior al 8.39% requerido. Y en dólares constantes fueron US$ 155 millones con una Tasa Interna de Retorno de 6,62%, superior al 6.27% requerido. Dice el Informe que el modelo “se corrió” considerando una tasa de interés de 6.25%, antes de la emisión de bonos de junio. Como allí se obtuvieron tasas menores (4.75% a 15 años y 5.625% a 30 años), una nueva “corrida” del modelo mejoraría la rentabilidad del proyecto, en cualquiera de los cuatro escenarios de pronósticos de precios utilizados: el optimista, el escenario base (reseñado aquí), el escenario pesimista y aquél de los precios vigentes al 2016. Hay mucho más en el Informe pero desde ya las conclusiones son claras y nos dicen que el proyecto es rentable. Agregamos nosotros que muchos de los costos propios de Petroperú hace tiempo que ya han sido pagados, como, por ejemplo, las licencias de los equipos más importantes (a Exxon/Mobil y Axens, entre otros) y también el estudio de detalle de toda la ingeniería del núcleo central de la refinería, que está avanzada al 98%. Debe también tomarse en cuenta que la refinería sigue funcionando mientras se moderniza, lo que genera ingresos, cosa que no sucede en proyectos nuevos (“greenfield”), como Antamina y Las Bambas, por ejemplo, que solo generan ingresos 6 a 8 años después, cuando comienzan a producir. Claro, cada nuevo proyecto debe evaluarse por sí mismo (como lo ha hecho Petroperú y ha salido positivo), pero el factor “proyecto en marcha” le añade un “plus” que otros no tienen, Para terminar, Petroperú debiera presentar públicamente los resultados aquí reseñados, como parte del debate amplio y transparente que la ciudadanía se merece, comenzando por el Congreso y el Colegio de Ingenieros (me incluyo allí porque lo reseñado acá es una transcripción del Informe de Petroperú). Y ese debate debe incluir temas como las razones del aumento de los montos de inversión del proyecto, de por qué es más rentable refinar los combustibles acá que importarlos (además de las razones de seguridad energética). La cosa no va a ser fácil porque, como vimos al principio, a muchos “no les gusta Talara”, quizá (y solo quizá) porque les rompe el esquema que una empresa pública pueda sacar adelante este proyecto. A ellos hay que decirles, “si así me vas a defender, mejor no me defiendas compadre”.