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Opinión

Un modelo de ley mordaza desde Cuba, por Augusto Álvarez Rodrich

Un proyecto útil para censores del penoso Congreso peruano.

larepublica.pe
Alvarez

El parlamento cubano acaba de aprobar, como informó ayer La República, una nueva ‘ley de comunicación social’ para regular contenidos y liquidar todo resquicio del periodismo independiente que con tanto esfuerzo aún se desarrolla en Cuba, un modelo legal que debe excitar al Congreso peruano.

El combo de mediocridad con corrupción que domina al Congreso peruano lo ha llevado a imaginar que para preservar su ilusión de robar con impunidad requiere amordazar al periodismo para impedir que informe de sus delitos frecuentes, para lo cual diseñan proyectos que elevan las penas por difamación o controlan los contenidos en la programación, entre muchos otros.

Este Congreso peruano tan infiltrado por la delincuencia seguramente encontrará que la ley aprobada por el parlamento cubano constituye un avance en la dirección correcta que fue señalada en el plan de gobierno de Perú Libre escrito por Vladimir Cerrón que Pedro Castillo hizo suyo, y que añoran varios congresistas del país.

La ley aprobada por unanimidad censura cualquier contenido contrario a la narrativa oficial y deja a la deriva a los diarios digitales independientes, lo cual fue justificado por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel por la “intensa guerra mediática contra Cuba”.

Así, la ley prohíbe la divulgación de información que “desestabilice al estado socialista” incluyendo a medios “del ciberespacio”. Solo serán legales los medios del estado y del Partido Comunista de Cuba. El periodismo independiente es figura jurídica desconocida.

El oficialista Cubadebate señala que esta ley de comunicación es “una ley de seguridad nacional” y ‘alertó’ que “80% de las comunidades digitales están en plataformas norteamericanas”, en alusión a Facebook y Twitter.

Díaz-Canel agrega que el “nivel de concentración” de esas plataformas “que no son de propiedad pública” son “cada vez menos democráticas”, por lo que la norma tiene un “enfoque preventivo ante la subversión”. Los medios nacionales “son de propiedad socialista” y “no pueden ser objeto de otro tipo de propiedad”, agrega.

El promotor de la ley mordaza en el Perú, el congresista Américo Gonza, y su banda anti libertad de expresión, tienen en Cuba su paradigma a seguir.