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Opinión

Muerte en el socavón

27 trabajadores mineros pierden la vida en un incendio en Arequipa.

larepublica.pe
Editorial

Al parecer, un cortocircuito provocó el incendio en el socavón —a 100 metros de profundidad— que al extenderse originó una explosión que cerró todas las salidas y se convirtió en una trampa mortal para los mineros, quienes perdieron la vida por asfixia.

Se trata de la mina Esperanza I, la cual es operada por la Minera Yanaquihua, ubicada en Condesuyos, Arequipa. La producción principal es el oro, que se extrae del subterráneo. La mina tiene 9 galerías que se explotan. Su rendimiento alcanza las 15.000 onzas anuales de oro y ya cuenta con 25 años dedicados a esa labor.

El propietario de la mina, tras la explosión, acudió a la comisaría más cercana —ubicada a hora y media de la zona minera— para presentar la denuncia y solicitar ayuda. Las labores de rescate, apoyadas desde el Gobierno regional y el Gobierno central, continuaban debido a la difícil tarea de retirar los cuerpos de la profundidad de la mina.

Se trata, según información del Ministerio de Energía y Minas, del peor accidente minero ocurrido en los últimos 20 años por la gran cantidad de víctimas que lamentar. En el 2002 perdieron la vida 73 trabajadores en accidentes similares. En el 2022 fueron 38 los afectados. Es sin duda una labor que entraña riesgos y, pese a las leyes de seguridad laboral existentes, no se garantiza plenamente la vida de los mineros que prestan servicios.

¿A quién corresponde revisar si se cumplen los protocolos de seguridad para los trabajadores mineros? Sunafil. Sería importante conocer qué acciones se han adoptado para determinar responsabilidades, verificar el cumplimiento de las normas laborales y ambientales, que podrían haber originado o agravado esta tragedia en Arequipa, y garantizar el amparo legal para los deudos.

Según información estadística publicada por Convoca, entre el 2006 y el 2020 murieron 683 empleados mineros. Del total de fallecidos, un 63% laboraba para empresas contratistas. El problema con esta tercerización es que es imperfecta porque generalmente las subcontratas las hacen compañías que también son propiedad de la empresa principal.

Hace pocos años se ha legislado para impedir que se produzca esta ilegalidad. Ahora hay que verificar que se cumpla. En el caso de Arequipa, es necesario conocer si se cumplieron las normas laborales y las de seguridad, y si se hicieron las inspecciones correspondientes.