
Con una asonada seria contra el Capitolio de Washington hace dos años, y ahora con la invasión a varios edificios de gobierno en Brasilia, el fraudismo como táctica política se ha puesto los pantalones largos. En ambos casos ha sido un recurso del perdedor de la elección para debilitar de partida al ganador. En los EE. UU. no funcionó; en Brasil quién sabe.
A primera vista lo que está entrando en crisis con dos países importantes afectados es el sistema electoral mismo. Para que votar funcione las partes deben concurrir a la competencia con buena voluntad y una honestidad básica. De otro modo todo resultado podrá ser convertido en fake news por algún perdedor inescrupuloso, o varios.
PUEDES VER: Violenta toma del Congreso por bolsonaristas recuerda al ataque del Capitolio de EE. UU. en 2019
Jair Bolsonaro anunció que Lula da Silva ganaría mediante fraude incluso antes de que se pusiera en marcha la elección. La definió de antemano como tan fraudulenta que muchos se preguntaban por qué se tomaba la molestia de participar. En verdad estaba cultivando dos opciones: o ganaba, o simplemente intentaba derribar la elección. Que es lo que acabamos de ver.
Es cierto que los ciudadanos que acuden a elecciones que luego respetan son una mayoría en el mundo. Pero el número, la decisión y la desvergüenza de los malos perdedores, por llamarlos de alguna manera, están creciendo, sobre todo en la extrema derecha. En el fondo se trata de intentos de golpe electoral premeditado.
Hay la tendencia a considerar que el asalto a las instituciones se inspira en la derecha republicana que sigue a Donald Trump. Pero el golpe electoral con asalto al Congreso se remonta por lo menos al incendio del Reichstag por los nazis en 1933. Entonces no es realmente a Trump a quien está siguiendo Bolsonaro, sino a Hitler.
Pero hay más sospechosos. La relativización ética propiciada por las redes sociales y cierta convicción respecto de la eficacia política de las multitudes desbocadas (una falacia). Luego está la expansión del desprecio por el propio sistema democrático, que empieza a parecer una isla de libertades y derechos en medio de un mar autoritario.
Así, participa de las normas y beneficios de la democracia cada vez más gente que no cree en ella, y en sus obligaciones menos, por supuesto.

CINEPLANET: 2 entradas 2D + 2 bebidas grandes + Pop corn gigante. Lunes a Domingo
PRECIO
S/ 47.90
ALMUERZO O CENA BUFFET + Postre + 1 Ice tea de Hierba luisa en sus 4 LOCALES
PRECIO
S/ 85.90
CINEMARK: Entrada 2D - opción a combo (Validación ONLINE o mostrando tu celular)
PRECIO
S/ 10.90
PERULANDIA: 1 Entrada +Vale de 30 soles + bosque encantado + piscinas + Perusaurus en Huachipa
PRECIO
S/ 49.90