Desde Buenos Aires, el presidente Javier Milei designó a su rabino Shimon Axel Wahnish como embajador de Argentina en Israel. Su guía espiritual, quien habló en la misa interreligiosa en la catedral, es una de las personas más cercanas al libertario.
El vínculo entre el prestigioso integrante de la comunidad judío-marroquí y el flamante mandatario inició cuando el ahora embajador le enseñó la Torá al presidente y, con el tiempo, se convirtió en su más importante guía espiritual. A su vez, el rabino ayuda a Milei con cuestiones personales: "Es la persona que me pone límites, junto con mi hermana".
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El rabino Wahnish llegará a Israel como jefe de la diplomacia en un complejo momento político. Aquello se produce tras el ataque terrorista ejecutado por Hamás que causó un genocidio de más de 1.200 judíos, un número que marca la peor matanza de judíos desde el Holocausto.
Luego de este ataque, Israel lanzó una contraofensiva contra la franja de Gaza para “exterminar” al grupo Hamás, liberar a los palestinos de la dictadura islámica y liberar a los secuestrados, que incluye a varios ciudadanos argentinos.
Recientemente, la canciller Diana Mondino se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, para analizar la situación en Medio Oriente y definir una agenda común de colaboración en el escenario internacional. En ese cónclave, estuvo el rabino Wahnish, quien fue presentado por Mondino a Cohen como el próximo embajador argentino en Israel.
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Wahnish no tiene experiencia diplomática, pero va a ser el funcionario de la Embajada en Israel que más conocimiento religioso y geopolítico va a tener. Milei confía en su criterio para representar a la Argentina en un Estado que es el epicentro de la agenda global.
El rabino del jefe de Estado argentino deberá cumplir con una agenda de política exterior que tendrá como eje principal el conflicto entre Israel y la organización terrorista financiada y entrenada por Irán; pero también deberá seguir la promesa de campaña de La Libertad Avanza, que se movería la Embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
Javier Milei es católico, pero se estaría convirtiendo al judaísmo. Como la mayoría de descendientes de italianos que llegaron a Argentina a lo largo del s. XIX y parte del XX, Milei ha sido criado como católico y aseveró que siempre fue una persona creyente, pero que, en aquella época, las clases de religión eran para él "un peso" que no le generaban interés.