La Semana Santa, una de las festividades espirituales que tiene cuatro días de duración del cristianismo, se conmemora con devoción en casi todo el continente americano. Sin embargo, existen excepciones notables en América Latina, donde esta tradición no se observa de manera oficial. Para ello hay peculiaridades y razones detrás de la ausencia de celebración en dos países específicos, en contextos culturales y políticos.
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A lo largo de América Latina, la Semana Santa se manifiesta a través de diversas expresiones de fe y cultura, desde procesiones hasta actos litúrgicos. Sin embargo, en países como México y Uruguay, la situación difiere. Aunque en la primera nación en mención se realizan celebraciones populares y actos de devoción, el Estado laico mexicano no establece oficialmente estas fechas como festividades religiosas. Por su parte, el país charrúa presenta un enfoque único y denomina a este período como la Semana de Turismo, enfocándose en actividades recreativas y culturales en lugar de religiosas.
La Semana Santa, una de las celebraciones religiosas más importantes del año, pero solo para algunos países. Foto: Hiraoka
Las celebraciones de Semana Santa en México y Uruguay han evolucionado. En el primer país, la fusión de tradiciones indígenas y católicas ha enriquecido las festividades, manteniendo vivas las procesiones y rituales religiosos, al tiempo que se integran elementos culturales autóctonos. En la nación uruguaya, la transformación se orienta hacia la secularización, con la Semana de Turismo promoviendo actividades recreativas y culturales más que eventos religiosos, reflejando el carácter laico del país.
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La Semana Santa es una observancia central en el cristianismo, especialmente dentro de las tradiciones católica, ortodoxa y algunas denominaciones protestantes, que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Por lo tanto, las religiones fuera del cristianismo no celebran la Semana Santa. Esto incluye, pero no se limita a, el judaísmo, el islam, el hinduismo, el budismo, y el sijismo, entre otras. Cada una de estas religiones tiene sus propias festividades y días sagrados, distintos de la Semana Santa cristiana.
La Semana Santa en Latinoamérica se celebra con una mezcla de diversas de tradiciones, solemnidad y festividad, reflejando la profunda influencia del catolicismo en la cultura y las prácticas religiosas de la región. Estas celebraciones varían considerablemente de un país a otro, e incluso entre las diferentes comunidades dentro de los países:
La respuesta yace en la historia y la configuración política de cada nación. México, con su fuerte herencia de la Revolución y las leyes de Reforma, promueve una separación clara entre la iglesia y el Estado, limitando las manifestaciones oficiales de cualquier credo religioso en el espacio público. Uruguay, por su parte, ha adoptado una postura similar, promoviendo un estado laico y dedicando la semana a promover el turismo interno y la cultura nacional. Esta decisión refleja un respeto por la pluralidad religiosa y un enfoque en el bienestar común más allá de las creencias específicas.
Los feriados de Semana Santa 2024 serán el jueves 28 de marzo y viernes 29 de marzo, fechas en las que cae Jueves Santo y Viernes Santo, respectivamente. Foto: Hiraoka
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En América Latina, la Semana Santa se celebra con una mezcla única de tradiciones católicas y elementos culturales propios de cada país. Estas festividades incluyen procesiones, representaciones de la Pasión de Cristo, y actividades comunitarias. Cada país incorpora sus propias costumbres, reflejando la diversidad cultural de la región. Para obtener información detallada sobre las celebraciones específicas en diferentes países latinoamericanos, te recomiendo buscar fuentes que se especialicen en tradiciones culturales y religiosas de la región.