Un total de 7 continentes, 18 países, en solo 80 días, conformaron la ruta de la travesía que Sandy Hazelip y Ellie Hamby, dos mujeres de 81 años, en Estados Unidos, llevaron a cabo durante los últimos meses. De esta manera, las abuelas y amigas decidieron demostrarle al mundo que no existe edad que pueda poner límite a nuestros sueños.
Todo inició el pasado 11 de enero, cuando partieron desde un barco a la gélida Antártida, experiencia que calificaron como “simplemente salvaje”. “Cuando pisamos tierra, olvidamos todo. Su belleza es simplemente increíble”, contó Hamby a CNN.
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Así, su camino continuó por países como Argentina, Italia, Japón, Nepal, Indonesia, entre otros. Durante su recorrido compartieron sus aventuras a través de redes sociales como TikTok e Instagram, en las que tienen miles de seguidores. Asimismo, para quienes deseaban profundizar un poco más en sus historias, podían leerlas en su blog “Around the world at 80”.
Las amigas se conocieron en 1999, en una misión médica que Hamby, junto con su esposo, organizó en Zambia. Hazelip acababa de enviudar, por lo que decidió seguir la última voluntad de su marido. “Antes de fallecer, él plantó la semilla en mi corazón de que deberíamos comenzar a llevar a nuestros nietos a viajes misioneros en el verano”, recordó.
En el 2005, Ellie también perdió a su esposo, por lo que las mujeres se unieron aún más, enfocándose en la pasión que comparten por viajar. De esta manera, continuaron con sus aventuras por el mundo; sin embargo, decidieron realizar algo especial para cuando cumplieran 80.
Su primer destino fue la Antártida. Foto: Around the World at 80/Facebook
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Es así que, en las últimas semanas, el grupo vivió emocionantes experiencias a pesar de los desafíos. “Nos encantaron todas las vistas que presenciamos, pero lo que más recordamos son a quienes conocimos. Fueron algunas de las personas más maravillosas, amables y amigables del mundo”, coincidieron.
Aunque regresaron solo hace unos días, anunciaron que ya vienen planeando su próxima aventura, y ahora animan a las personas de la tercera edad a viajar. “Envejecer te da un poco de sabiduría para tomar decisiones, y esa es la parte divertida. Creo que ahora aprecio mucho la belleza del mundo y puedo absorberla”, finalizó Hazeip.