
Los registros de vuelo incluidos en la nueva publicación de archivos del Departamento de Justicia (DOJ) muestran que Donald Trump viajó en "al menos ocho" vuelos del jet privado del pederasta Jeffrey Epstein entre 1993 y 1996, según un correo interno de un fiscal federal adjunto del Distrito Sur de Nueva York fechado el 8 de enero de 2020. El mensaje advierte que los fiscales revisaron más de 100 páginas de planillas “en letra muy pequeña” para evitar “sorpresas” futuras. Incluso, en uno de los documentos se indica que solo viajaban los magnates y una joven de 20 años. Además, el funcionario advirtió que en al menos dos trayectos adicionales figuraban mujeres que posteriormente serían consideradas posibles testigos en el proceso judicial contra Maxwell.
A cinco días de la primera divulgación de expedientes bajo la Epstein Files Transparency Act -desde el 19 de diciembre- ya han surgido dudas por la transparencia de la investigación, pues se estuvieron retirando algunas fotos, entre ellas, una donde aparecía el presidente republicano junto a mujeres desnudas, aunque fue añadida nuevamente tras no aparecer víctimas, de acuerdo a las declaraciones del DOJ. Por su parte, las víctimas del magnate también denunciaron esas "censuras anormales y extremas sin explicación" de los documentos. Hasta el momento, se han conocido fotografías que incluyen a varios personajes públicos.
Trump voló varias veces en aviones del caso Epstein. Foto: CNN
En medio de la incertidumbre y la presión de los legisladores demócratas, el DOJ publicó el primer lote de expedientes el viernes 19 de diciembre, en las que se observaban fotos de Bill Clinton, Andrew Mountbatten-Windsor, Mick Jagger y Michael Jackson. Sin embargo, la ausencia del presidente Trump en los documentos llamaba la atención y más porque han sido amigos cercanos, de acuerdo a medios estadounidenses, como CBS News. Legisladores como Ro Khanna exigieron al DOJ una explicación “por escrito” de cada redacción, tal como ordenaría la ley. El debate se instaló de inmediato: transparencia versus privacidad de sobrevivientes y restricciones legales sobre evidencia.
Al día siguiente, el foco mediático se inclinó a las imágenes poco conocidas de figuras públicas con Epstein. El exmandatario Clinton fue quien más apareció, una donde nadaba en la piscina y otra en la que descansaba en el jacuzzi del pederasta. Las imágenes corresponderían a la década de 1990 y principios de la de 2000, antes de que el financiero caído en desgracia fuera arrestado por primera vez. Él nunca ha sido acusado de ningún delito por las víctimas de los abusos de Epstein y ha negado tener conocimiento de sus delitos sexuales. "Pueden publicar todas las fotos borrosas de hace más de 20 años que quieran, pero esto no tiene nada que ver con Bill. Nunca lo ha tenido y nunca lo tendrá", dijo su portavoz Ángel Ureña en redes sociales.
Una de las imágenes difundidas en los archivos del caso muestra al príncipe de Inglaterra e hijo de la fallecida reina Isabel II, Andrew Mountbatten-Windsor, recostado sobre el regazo de cinco personas, cuyos rostros aparecen ocultos. Detrás del grupo se distingue a Ghislaine Maxwell, excolaboradora de Jeffrey Epstein y posteriormente condenada por delitos vinculados a su red de abusos.
La fotografía reavivó el escrutinio público sobre la relación pasada de Andrew con Epstein, aunque el duque no figura acusado de ningún delito en los documentos divulgados. En reiteradas ocasiones, negó cualquier irregularidad y sostuvo que nunca “vio, presenció ni sospechó” conductas que luego condujeran a la detención y condena del financiero.
En una de las imágenes más comentadas, Epstein aparece posando junto a Michael Jackson, quien viste traje formal, mientras el financiero lleva ropa informal. Otras fotos muestran al 'rey del pop' acompañado de Diana Ross y del expresidente Bill Clinton, en escenas de carácter social cuya fecha y lugar no han sido precisados en los documentos.
Mick Jagger, líder de los Rolling Stones, figura en una imagen posando con Clinton y una mujer cuyo rostro fue ocultado por las autoridades, todos con atuendo de cóctel, lo que sugiere un evento social de alto nivel. En el caso de Chris Tucker, los archivos incluyen al menos dos fotografías: una donde aparece sentado junto a Clinton en una mesa de comedor y otra en la que se le ve en la pista de un avión junto a Ghislaine Maxwell, posteriormente condenada como cómplice de Epstein. Los documentos no detallan el contexto ni confirman el grado de relación de Tucker con Epstein.
Los archivos del caso Jeffrey Epstein divulgados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el 19 de diciembre incluyen referencias y una fotografía que vinculan al expresidente colombiano Andrés Pastrana con el exfinanciero y con Ghislaine Maxwell, condenada en 2021 por delitos de tráfico sexual de menores. Según los documentos, la exempresaria declaró haber conocido al exmandatario en un pub de Dublín y relató encuentros y viajes compartidos a inicios de la década de 2000, algunos vinculados a actividades oficiales y privadas.
Entre los elementos difundidos figura una fotografía de Pastrana junto a Maxwell, ambos con uniformes de vuelo de la Fuerza Aérea Colombiana, así como testimonios de Maxwell sobre viajes a Colombia y Cuba. El exjefe de Estado reconoció haber conocido a Epstein, pero sostuvo que la relación fue limitada, negó cualquier actividad ilegal y afirmó haber rechazado invitaciones para visitar la isla privada del magnate. Aunque no existe imputación penal contra el exmandatario en los archivos publicados, su aparición reactivó el debate político en Colombia y amplió la lista de figuras internacionales mencionadas en la documentación oficial del caso Epstein.
Ghislaine Maxwell aparece posando frente al 10 Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico. En la imagen, la mujer aparece sola y sin contexto: los archivos no precisan la fecha, quién gobernaba entonces el Reino Unido ni el motivo de su presencia en el lugar. La falta de información ha generado nuevas interrogantes sobre sus vínculos institucionales, aunque las autoridades subrayan que la foto, por sí sola, no prueba conducta ilegal.
En paralelo, los archivos recuperan uno de los testimonios más tempranos y graves contra Jeffrey Epstein. La artista Maria Farmer declaró ante el FBI en 1996 que Epstein le robó fotografías personales de sus hermanas, entonces menores de edad, y que creía que las había vendido. Según el informe, el financiero la amenazó con incendiar su casa si contaba lo ocurrido, una advertencia consignada en documentos oficiales con partes censuradas para proteger identidades.
Farmer confirmó que el relato difundido corresponde a su caso y señaló que Epstein también le habría pedido fotografiar niñas en piscinas. Tras la publicación de los archivos, afirmó sentirse “reivindicada” después de casi 30 años, al considerar que su denuncia fue ignorada durante décadas. Su testimonio refuerza las críticas de las víctimas al proceso de divulgación del Departamento de Justicia, al tiempo que subraya la gravedad de los hechos que sustentan el caso Epstein más allá de las imágenes y nombres ahora conocidos.
La nueva publicación del caso Epstein expone, por primera vez de forma masiva, material audiovisual y documental que hasta ahora no había sido accesible al público. El Departamento de Justicia de Estados Unidos habilitó al menos 8.000 documentos adicionales, entre ellos cientos de videos y audios, así como registros digitales de vigilancia. Destacan las imágenes de seguridad de agosto de 2019, correspondientes a los días previos a la muerte de Jeffrey Epstein en una cárcel de Nueva York, un material largamente reclamado por víctimas y legisladores por su valor para esclarecer las circunstancias del fallecimiento.
Además del contenido audiovisual, los archivos incluyen informes policiales, documentos de investigación, correos electrónicos, registros administrativos y anotaciones internas de agencias federales. Parte de este material aparece parcial o totalmente censurado, con páginas cubiertas en negro para ocultar identidades de víctimas, datos personales y elementos vinculados a investigaciones protegidas. En otros casos, sin embargo, se observan inconsistencias, como documentos donde se mantienen visibles direcciones o referencias sensibles, lo que generó críticas sobre la aplicación desigual de los criterios de censura.
El nuevo lote también incorpora enlaces a más de 11.000 archivos, aunque varios de ellos no conducen a documentos funcionales, según constataron medios y agencias internacionales. En conjunto, lo expuesto permite ver con mayor detalle el volumen, diversidad y complejidad del expediente Epstein: desde pruebas visuales y técnicas hasta comunicaciones internas que muestran cómo se manejó el caso durante años. No obstante, el propio DOJ reconoce que este material representa solo una parte del archivo total y que cientos de miles de páginas aún permanecen bajo revisión, manteniendo abierto el debate sobre transparencia, rendición de cuentas y protección de las víctimas.
Antes de la publicación de los nuevos expedientes, víctimas de Epstein denunciaron que, en algunos documentos difundidos, sus nombres o datos personales quedaron expuestos sin el nivel de protección esperado, mientras que otros pasajes permanecieron totalmente oscurecidos. Este contraste -entre filtraciones de identidad y censuras masivas- reforzó el reclamo por criterios claros, coherentes y explicados, según ABC17NEWS.
Las víctimas y sobrevivientes intensificaron así sus críticas contra el Departamento de Justicia de Estados Unidos, al considerar que la publicación parcial de los archivos incumple los plazos y alcances de la ley federal que ordena su divulgación íntegra. De acuerdo con CNN, los afectados sostienen que la información difundida es fragmentaria y que las tachaduras dificultan esclarecer responsabilidades y reconstruir hechos clave de los abusos que los involucraron directamente. Estas objeciones surgieron en paralelo a la liberación de miles de nuevos documentos que, lejos de cerrar el caso, reavivaron el debate político y social sobre la transparencia del proceso, según AFP.
En un comunicado conjunto citado por CNN, más de una docena de sobrevivientes —junto con familiares de la fallecida Virginia Giuffre— denunciaron “censuras anormales y extremas sin explicación”, además de la ausencia de documentación financiera clave. También cuestionaron la falta total de comunicación del DOJ: no se les informó qué documentos fueron ocultados, por qué cientos de miles no se publicaron dentro del plazo legal ni qué criterios se aplicaron. Jess Michaels, sobreviviente y redactora principal del texto, afirmó que el proceso representa “lo opuesto a la transparencia” y acusó al Gobierno de incumplir una ley federal, profundizando —a su juicio— la desconfianza de las víctimas hacia las instituciones.
PUEDES VER: Equipo de Bill Clinton responde tras aparición de su imagen en los nuevos archivos del caso Epstein

Los correos electrónicos incluidos en los archivos del caso Epstein y revelados por The Guardian sitúan el vínculo de Andrew Mountbatten-Windsor con Perú en el contexto de intercambios con Ghislaine Maswell entre 2001 y 2002. En esos mensajes, un remitente identificado como “A” -que escribe desde Balmoral y cuya biografía coincide con la del entonces duque- coordina con la exsocialite un viaje a la nación peruana, con referencias explícitas a contactos locales y a la organización de encuentros durante la visita. Los correos forman parte del último lote difundido por el Departamento de Justicia de EE. UU. bajo la ley de transparencia del caso Epstein.
La correspondencia incluye mensajes reenviados en los que se menciona a Juan Esteban Ganoza como intermediario para los preparativos en Lima y la entrega de un número de teléfono a Andrew, además de alusiones a “turismo” y a reuniones con “chicas”. En una respuesta, “A” agradece la “generosidad” de las ofertas y deja en manos de sus anfitriones los detalles de los encuentros. Estos intercambios se produjeron meses después de que Andrew dejara la Marina Real Británica en julio de 2001, un dato citado en los correos y que refuerza la identificación del remitente.

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