
La madrugada del 3 de septiembre de 2019, en la localidad de Edsbyn, Suecia, la vida de Emma Schols cambió para siempre. A las tres de la mañana, el olor a humo la despertó. Dos de sus hijos pequeños jugaban en la planta baja, sin sospechar que las llamas ya alcanzaban gran parte de su casa.
En cuestión de segundos, Emma se convirtió en el único escudo entre sus hijos y la tragedia. Sin zapatos ni protección, abrió la puerta principal para poner a salvo a los menores, pero una explosión la envolvió en fuego. Con el instinto como única guía, continuó con su misión de sacar a los seis con vida.
Emma Schols sobrevivió con una dura recuperación a las quemaduras y hoy vive feliz junto a su familia. Foto: BrightVibes
Tras asegurar a los más pequeños fuera de la casa, Emma volvió a subir las escaleras, que ya ardían y le arrancaban la piel de los pies. En el segundo piso, cuatro de sus hijos estaban atrapados. Los condujo hasta el balcón y, uno a uno, los lanzó al exterior antes de saltar ella misma.
Al llegar abajo, descubrió que Mollie, de un año, no estaba. Sin dudarlo, regresó arrastrándose entre humo y fuego hasta su cuna. “Solo tenía mi cuerpo, sin mantas, sin protección, solo el corazón de mi madre y yo”, relató. La sostuvo entre sus brazos y descendió las escaleras colapsadas. Afuera, antes de perder el conocimiento, supo que todos estaban vivos.
Emma sufrió quemaduras en el 93% de su cuerpo. Pasó dos meses en coma inducido, tres semanas conectada a un respirador y soportó más de 20 cirugías. Los médicos consideraban su supervivencia casi imposible, pero ella se aferró a la vida. Al despertar, su primera pregunta fue: “¿Siguen vivos mis hijos?”. No lo creyó hasta verlos.
Hoy, la familia vive en una casa reconstruida y Emma continúa recuperándose. En 2020, fue reconocida como Salvavidas del Año en la Gala de los Héroes Suecos. Su historia, convertida en símbolo de amor incondicional, sigue inspirando: “Si di a luz a seis hijos, sacaré a los seis de allí”, afirma.