El verano en Sudamérica trae consigo la oportunidad de disfrutar de actividades refrescantes, y entre los destinos más fascinantes de la región se encuentra la segunda piscina más grande del mundo y la más imponente de América Latina. Ubicada en una nación cercana a Perú, dentro del exclusivo resort San Alfonso del Mar, esta obra tiene una capacidad cercana a los 70 millones de galones de agua.
La profundidad de esta piscina en Sudamérica es de 35 metros y su superficie, equivalente a 20 piscinas olímpicas. Además de ser un atractivo turístico que recibe a visitantes de todo el mundo, este lugar redefine los estándares de recreación, ofreciendo actividades como navegación y deportes acuáticos en un entorno que fusiona lujo, sostenibilidad y belleza natural.
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En la costa de Algarrobo, en la región de Valparaíso, Chile, se encuentra la monumental piscina de San Alfonso del Mar. Con más de 1 kilómetro de largo y una superficie que supera los 80.000 metros cuadrados, esta piscina es capaz de albergar 66 millones de galones de agua de mar filtrada, el equivalente a 20 piscinas olímpicas.
Cuenta con un sistema permite filtrar y mantener el agua salada en condiciones óptimas, logrando un característico color turquesa y temperaturas de hasta 26 °C gracias a un avanzado sistema de climatización. Este espacio no es solo para la contemplación, ya que los visitantes pueden disfrutar de actividades como natación, kayak y vela en un entorno simulado.
Con más de un kilómetro de longitud y cargada con agua de mar. Obra fue desarrollada por la compañía Crystal Lagoons. Foto: crystal-lagoons
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La piscina de San Alfonso del Mar fue construida por la empresa chilena Crystal Lagoons, fundada por Fernando Fischmann, un bioquímico y empresario visionario. Fischmann desarrolló una innovadora tecnología que permitió la creación de lagunas artificiales de gran tamaño con agua cristalina, utilizando un sistema de filtración y tratamiento eficiente y sostenible.
La construcción de esta monumental piscina comenzó a principios de los 2000 y tomó aproximadamente cinco años en completarse. Crystal Lagoons empleó un enfoque único que combina la captación de agua de mar, su filtrado, y un sistema de mantenimiento de bajo costo.