La inflación continúa siendo uno de los desafíos económicos más grandes para América Latina en 2024, con marcadas diferencias entre los países de la región. Según el ranking elaborado el 5 de noviembre por Statista —portal estadístico internacional—, Argentina sigue siendo la nación con la tasa de inflación más alta, con cifras cercanas al 230%. Esta situación, en conjunto con las políticas económicas implementadas en distintos países, refleja la complejidad de controlar el alza de precios en una región afectada por diversas crisis económicas.
En comparación, el promedio regional de inflación se encuentra mucho más bajo, ya que se sitúa en 16,75%; sin embargo, esta cifra global oculta grandes diferencias entre países. Mientras naciones como Venezuela y Argentina siguen luchando contra la inflación crónica, otros países han logrado contener el aumento de los precios, con algunos incluso registrando deflación.
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De acuerdo con los últimos datos de noviembre de 2024, Argentina continúa siendo el país con la inflación más alta de América Latina, con una tasa interanual de 229,82%. Por su parte, Venezuela sigue presentando altos niveles de inflación, con un 59,61% interanual. A continuación, se presenta el ranking de inflación en América Latina, en conformidad con Statista:
En 2024, Argentina enfrenta una inflación del 229,82%, lo que refleja una tendencia de aumento constante desde 2017. Este nivel de inflación, el más alto de América Latina, ha sido impulsado por el estancamiento económico, la deuda pública insostenible y la erosión del poder adquisitivo. Aunque se proyecta una desaceleración en los próximos años, la situación sigue siendo crítica. Las proyecciones para 2029 sugieren una caída de la inflación al 9%, aunque la incertidumbre persiste.
El impacto social de la inflación es severo, especialmente en los niveles de pobreza. En marzo de 2024, más del 40% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza, debido al aumento de los precios de los alimentos y otros productos básicos. Esta situación de desigualdad económica refleja la dificultad del país para controlar la inflación y mejorar las condiciones de vida de su población, sobre todo de los sectores más vulnerables.
A diferencia de los países con alta inflación, Costa Rica es el país de la región que presenta la mayor caída de precios, con una deflación de -0,26% en su inflación interanual. En esa línea, El Salvador y Panamá también muestran cifras más bajas, con 1,05% y 1,29%, respectivamente, lo que indica un control más efectivo de los precios en estos países. Es importante destacar que, si bien la deflación puede parecer positiva a corto plazo, los economistas advierten que, si persiste por largo tiempo, podría tener efectos adversos en la economía, como una disminución de la demanda interna y una caída en la actividad económica.