Un hallazgo sorprendente en Kenia muestra que dos especies de homínidos coexistieron hace más de 1,5 millones de años, sugiriendo una posible interacción entre ellas. Este descubrimiento, basado en huellas fosilizadas, ofrece una nueva perspectiva sobre la vida de nuestros antepasados.
Las huellas, encontradas en la orilla de un lago, indican que Homo erectus y Paranthropus boisei compartieron el mismo hábitat, lo que desafía la idea de que competían por recursos. Este estudio, publicado en la revista Science, proporciona evidencia de que estas especies pudieron haber coexistido pacíficamente.
Las huellas encontradas indican que estas dos especies compartieron el mismo hábitad. Foto: CNN
El descubrimiento se realizó en Koobi Fora, Kenia, donde se encontraron huellas de homínidos junto a restos de aves y otros animales. Los investigadores creen que las huellas fueron impresas con pocas horas de diferencia, lo que sugiere que ambos grupos estaban presentes en el mismo lugar en un corto período de tiempo.
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La excavación inicial en julio de 2021 reveló una huella de homínido, lo que llevó a los investigadores a regresar al sitio en 2022. Durante esta segunda excavación, se expusieron 23 metros cuadrados de sedimento, donde se encontraron 11 huellas adicionales de homínidos, todas alineadas de manera que sugieren que fueron dejadas por el mismo individuo. Además, se identificaron tres huellas aisladas que podrían pertenecer a otros individuos.
Kevin Hatala, profesor asociado de biología en la Universidad Chatham, destacó la importancia de este hallazgo. “Es sorprendente que haya dos especies de homínidos de tamaño similar en el mismo paisaje”, comentó. Las huellas se conservaron en condiciones óptimas, gracias a la arena fina que cubrió el barro poco después de que se formaron.
Los investigadores no pudieron datar directamente las huellas, pero se encuentran por debajo de una capa de ceniza volcánica que data de hace 1,52 millones de años. Esto sugiere que las huellas son ligeramente más antiguas. La ausencia de grietas en la superficie de las huellas indica que fueron impresas en un corto período de tiempo, lo que refuerza la idea de que ambas especies coexistieron en el mismo entorno.
Hatala y su equipo concluyeron que las huellas pertenecen a Homo erectus y Paranthropus boisei. A través de análisis detallados, se determinó que las huellas de Homo erectus reflejan patrones de marcha y postura más cercanos a los humanos modernos, mientras que las de Paranthropus boisei presentan características distintas, como mandíbulas y dientes más grandes.
Este hallazgo no solo proporciona una visión de la coexistencia de estas especies, sino que también plantea preguntas sobre su interacción. “Es emocionante verlo y sugiere que la competencia directa entre los dos debe haber sido relativamente baja”, afirmó Hatala. Esto implica que ambos grupos pudieron haber encontrado formas de coexistir en un entorno que también albergaba depredadores como hipopótamos y cocodrilos.
La investigación sugiere que las huellas son la primera evidencia física de que distintas especies de homínidos compartieron el mismo espacio y tiempo. Aunque Homo erectus continuó prosperando, Paranthropus boisei se extinguió en los siguientes cientos de miles de años, lo que plantea interrogantes sobre las razones detrás de su desaparición.