Un reciente estudio revela que solo cuatro naciones de América Latina poseen acuíferos cruciales para la supervivencia humana y la sostenibilidad ambiental. Estos recursos hídricos son vitales en un contexto de cambio climático y creciente demanda de agua potable.
El Acuífero Guaraní, que se extiende por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, se destaca como la mayor reserva de agua dulce de la región. Con una superficie de aproximadamente 1.194.000 kilómetros cuadrados, este acuífero es fundamental para el abastecimiento de agua y el desarrollo agrícola en estos países.
El Acuífero Guaraní abastece a millones de personas en el estado brasileño de San Pablo. Foto: ICAA.
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Una de las tres mayores reservas de agua dulce del planeta, el Acuífero Guaraní, alberga cerca de 30.000 kilómetros cúbicos de agua en una vasta reserva subterránea. Su profundidad varía desde varios metros hasta más de 1.500 metros, superado solo por los glaciares y el Acuífero de Ogallala en Norteamérica.
El Acuífero Guaraní se recarga principalmente con agua de lluvia, lo que lo hace esencial en el ciclo del agua. Está formado por areniscas de la era Mesozoica, que son muy permeables y tienen una gran capacidad para almacenar agua. Esto lo convierte en una fuente clave de agua para el consumo humano y la agricultura.
El futuro hídrico directo de cientos de millones de personas y el desarrollo económico dependen en gran medida de los grandes acuíferos. Foto: We are water.
Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay son los países que se benefician directamente del Acuífero Guaraní. Brasil, como el mayor beneficiario, utiliza este recurso para abastecer de agua potable a millones de personas y para el desarrollo de su agricultura e industria. Argentina también depende de esta reserva para su desarrollo agrícola y el suministro de agua en zonas urbanas y rurales.
Paraguay utiliza el agua del acuífero para sostener su crecimiento económico, especialmente en la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica. Uruguay, aunque es el más pequeño de los cuatro, también aprovecha significativamente el acuífero para su abastecimiento de agua y actividades agrícolas.
La inmensa reserva juega un papel importante en la industria, agricultura y conservación de ecosistemas en la región. Foto: El Confidencial.
La situación del agua en América Latina es crítica, especialmente en países como Chile, que enfrenta un estrés hídrico significativo. Se estima que para el 2040, Chile sufrirá una reducción dramática en la disponibilidad de agua dulce, lo que resalta la necesidad de una gestión eficiente de los recursos hídricos en toda la región.
La dependencia de Colombia y Perú del agua para el consumo humano y sus sectores agrícolas e industriales también plantea desafíos. La gestión eficiente del agua es crucial para enfrentar la creciente demanda y los efectos del cambio climático, asegurando así un futuro sostenible para América Latina.