Japón ha anunciado un ambicioso plan para construir la carretera de cinta transportadora más extensa del mundo, conectando Tokio y Osaka a lo largo de más de 500 kilómetros. Llamada Autoflow-Road Tokio-Osaka, esta iniciativa tiene como objetivo abordar la crisis logística derivada de la escasez de camioneros en el país y contribuir a la reducción de emisiones de carbono, promoviendo un transporte más sostenible y eficiente.
Liderado por el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo (MLIT) de Japón, el proyecto plantea la creación de una autopista de transporte automatizado que funcionará de forma ininterrumpida. Este sistema está diseñado para movilizar grandes volúmenes de mercancías, con el objetivo de disminuir de manera considerable la dependencia de los camiones tradicionales.
Con 515 kilómetros, la Autoflow-Road Tokio Osaka será la cinta transportadora más larga del mundo, diseñada para conectar eficientemente Tokio y Osaka. Foto: Anthony Davis
Con una longitud estimada de 515 kilómetros, la Autoflow-Road será la cinta transportadora más extensa jamás construida, diseñada específicamente para soportar la carga de hasta 25.000 camioneros por día, según estimaciones del Ministerio japonés. Se espera que el sistema utilice contenedores grandes que se desplazarán sobre palés, moviéndose de manera continua en un corredor protegido dentro de las autopistas, mientras que carretillas elevadoras automáticas cargarán y descargarán las mercancías.
Se proyecta que esta vía de comunicación, cuya fase de pruebas se iniciará en 2027, entre en operación plena a mediados de la década de 2030. Con una inversión estimada de 3,7 billones de yenes, equivalente a 24 mil millones de dólares estadounidenses, esta obra representa una apuesta sin precedentes en términos de infraestructura y tecnología para Japón.
La cinta transportadora estará en funcionamiento las 24 horas del día, facilitando la circulación constante de mercancías. Foto: Highways Industry
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Además de solucionar problemas logísticos, el Autoflow-Road Tokio Osaka traerá beneficios significativos para el medio ambiente. Este sistema de transporte de carga sin conductor no solo disminuirá la dependencia de camiones, sino que también reducirá las emisiones de carbono en Japón, un país comprometido con la reducción de gases de efecto invernadero en un 46% para 2030.
Yuri Endo, subdirector del proyecto en el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo, afirma que la carretera automatizada representa un enfoque innovador que permite la operación continua sin necesidad de personal. “Necesitamos ser innovadores en la forma en que abordamos las carreteras”, comentó Endo, destacando que esta infraestructura permitirá crear un espacio logístico seguro, eficiente y completamente automatizado.
La cinta transportadora planeada por Japón se suma a proyectos similares que se están explorando en otros países como Suiza, donde se estudia una red de transporte subterránea, y el Reino Unido, con un sistema de bajo costo y automatizado en Londres.
El proyecto Autoflow-Road, que se extiende por unos 500 kilómetros entre Tokio y Osaka, representa una iniciativa revolucionaria para transformar el transporte de carga en Japón.