Estados Unidos ha autorizado recientemente una de sus mayores ventas de armas a Taiwán, valorada en aproximadamente 2.000 millones de dólares. El paquete incluye sistemas de misiles tierra-aire y radares de alta precisión. En reacción, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China calificó la transacción como una seria violación de su soberanía y una amenaza directa a la estabilidad en el estrecho de Taiwán. En consecuencia, el gobierno chino advirtió que tomará "todas las medidas necesarias" para proteger sus intereses nacionales.
La reciente venta de armamento, que incluye 123 misiles NASAMS y sistemas de radar AN/TPS-77 y AN/TPS-78, ha sido recibida de manera positiva por las autoridades taiwanesas. Han destacado que esta adquisición fortalecerá significativamente su capacidad de autodefensa. Mientras tanto, en Pekín, el gobierno chino ha aumentado su presencia militar en la región, generando un incremento en las tensiones y aplicando sanciones a empresas estadounidenses relacionadas con la defensa de Taiwán.
China reaccionó sobre la venta de armas de Estados Unidos a Taiwán, y aseguró que la decisión “daña gravemente la soberanía y los intereses de seguridad” de la nación asiática. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino subrayó que el acuerdo militar viola los principios de "una sola China" y los comunicados conjuntos con Washington. Además, advirtió que este acto fomenta el separatismo en Taiwán, al enviar un “mensaje erróneo” sobre el apoyo internacional hacia su autonomía.
Como parte de su respuesta, Pekín anunció sanciones a nueve empresas estadounidenses vinculadas al sector de defensa, entre ellas Sierra Nevada y Cubic, quienes han tenido acuerdos previos de suministro armamentístico con la isla. Estas medidas buscan ejercer presión sobre Estados Unidos para que cese el respaldo militar a Taiwán y también disuadir futuras ventas de equipos de defensa a la isla.
Taiwán, por su parte, celebra la asistencia militar de EE. UU. como un refuerzo de su defensa. Foto: Ejército de Taiwán
La venta de armas de Estados Unidos a Taiwán se produce en un momento de creciente tensión geopolítica en el Indo-Pacífico, una región donde China ha intensificado su presencia militar. Los sistemas de radar AN/TPS-77 y AN/TPS-78 solicitados por Taiwán, junto con los sistemas NASAMS, son similares a los que Estados Unidos ha suministrado a Ucrania. Esto se traduce en una significativa actualización en la capacidad de defensa de Taiwán, que busca disuadir cualquier intento de invasión por parte de China.
Para el gobierno de Taipéi, esta asistencia militar de EE. UU. es clave en la estabilidad regional, ya que refuerza el compromiso de Washington en mantener el equilibrio de poder en el Indo-Pacífico. Karen Kuo, portavoz de la presidencia de Taiwán, enfatizó que este respaldo no solo contribuye a la autodefensa de la isla, sino que también es fundamental para garantizar la paz en el estrecho de Taiwán y en toda la región.
La venta de radares AN/TPS-77 y AN/TPS-78 a Taiwán, al igual que la entrega de sistemas NASAMS a Ucrania, forma parte de una estrategia estadounidense para fortalecer las capacidades defensivas de sus aliados. Foto: Zona Militar
La situación en el estrecho de Taiwán sigue siendo uno de los principales puntos de conflicto entre Estados Unidos y China. Desde el fin de la guerra civil china en 1949, Taiwán se ha gobernado de manera autónoma, mientras Pekín mantiene su reclamo sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde y no ha descartado el uso de la fuerza para lograr su "reunificación". Estados Unidos, aunque no reconoce a Taiwán a nivel diplomático, se ha consolidado como su principal proveedor de armamento.
Recientemente, se reportaron operaciones de patrullaje y ejercicios militares en las proximidades de Taiwán, con el despliegue de al menos 22 aeronaves del Ejército Popular de Liberación chino.
La venta, bien recibida por Taiwán, busca fortalecer su capacidad de autodefensa ante el creciente militarismo de China en el estrecho de Taiwán y el Indo-Pacífico. Foto: The Independent