En su búsqueda de votos a 10 días de las elecciones, Kamala Harris y Donald Trump recorren estados clave en el penúltimo fin de semana de campaña, en el que Michelle Obama subirá al escenario en apoyo a la candidata demócrata, mientras el republicano atacó de nuevo a su rival y a los inmigrantes.
Los dos contendientes por la Casa Blanca convergieron en Míchigan, uno de los tres estados del "muro azul" -junto con Wisconsin y Pensilvania- que podrían ser decisivos en la victoria el 5 de noviembre.
En su mitin, Trump lanzó ataques personales contra Harris y la acusó sin pruebas de impulsar una política migratoria de "fronteras abiertas".
"Es una imbécil", dijo. "Esta persona no puede ser presidenta".
"Ella va a destruir nuestro país. Todo el mundo lo sabe. Nadie la respeta", agregó el republicano. "Estados Unidos es ahora un país ocupado. Kamala lo quebró, nosotros vamos a arreglarlo".
Mientras Trump la ataca, Harris se mantiene concentrada en el derecho al aborto, un punto débil para los republicanos. El sábado visitó un consultorio médico local donde habló con médicos, estudiantes de medicina y personal de salud.
"Por Trump, con lo que hizo con la Suprema Corte, estamos ante una crisis de salud en Estados Unidos", dijo Harris a reporteros al referirse a los jueces conservadores que Trump nominó y que hicieron que la máxima corte del país revocara el derecho federal al aborto en 2022.
Las encuestas muestran un empate en los últimos días entre la que podría ser la primera presidenta mujer de Estados Unidos y el exmandatario. Al menos 38 millones de electores ya votaron anticipadamente en todo el país.
La campaña de Harris ha enfocado parte de su estrategia en conquistar a los republicanos moderados, que se distancian de un virulento Trump, quien continúa calificando como "enemigos" a algunos estadounidenses.
Cuatro años después, el expresidente aún se niega a reconocer su derrota ante Biden en las urnas y se prevé que rechazará los resultados si pierde de nuevo.
Después de su mitin en Texas, donde la cantante Beyoncé mostró su apoyo a Harris, la vicepresidenta convocó al escenario la tarde del sábado a una de las figuras demócratas más populares, la ex primera dama Michelle Obama, en la localidad de Kalamazoo, Míchigan.
Su esposo, el expresidente Barack Obama se sumó a Harris durante un mitin el jueves en Georgia.
La vicepresidenta viajará el domingo a Filadelfia, en el estado Pensilvania. Esa ciudad y ese estado cuentan con el mayor número de colegios electorales, determinantes para la victoria en las presidenciales bajo el sistema electoral de Estados Unidos.
Harris irá de barrio en barrio en Filadelfia para conquistar el voto en distritos que históricamente tienen una mayoría negra y latina.
Trump, que arrasó en Pensilvania, Míchigan y Wisconsin en su victoria de 2016, busca ganar en uno o más de esos tres estados del "muro azul", donde tradicionalmente ganan los demócratas.
En estos estados clave la diferencia entre ganar o perder estará en pocos miles de votos. Por eso Trump también realizará mitines el sábado en Míchigan y Pensilvania.
El exmandatario ha enfocado también parte de su estrategia en los jóvenes y el viernes apareció en una entrevista de tres horas en el popular pódcast de Joe Rogan, que cuenta con millones de seguidores, en su mayoría hombres.
El domingo por la noche, Trump reunirá a sus simpatizantes en el famoso Madison Square Garden, en el corazón de Nueva York, ciudad de mayoría demócrata.
Los analistas se preguntan: ¿por qué Trump hace campaña en su Nueva York natal si virtualmente no tiene ninguna posibilidad de ganar el estado?
Algunos especulan que el multimillonario, que fue estrella de un programa de telerrealidad, puede estar preparando un espectáculo para demostrar que puede llenar una arena emblemática en un bastión demócrata.
Pero sus críticos, incluidos su rival en 2016, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, recuerdan que el Madison Square Garden también fue escenario de un mitin pronazi en 1938, organizado por un grupo que apoyaba a Adolf Hitler.
"Ella dijo que es como en 1930", dijo Trump el viernes en Míchigan en referencia a las declaraciones de Clinton ese día en CNN. "No lo es, no. Esto se llama 'Hacer Estados Unidos grande otra vez'".
La campaña del fin de semana estuvo precedida por una acalorada polémica en las que Harris se hizo eco de acusaciones del ex jefe de gabinete de Trump, según las cuales el exmandatario es un "fascista" al que no se puede volver a confiar el poder.