Donald Trump celebrará este domingo un mitin en el Madison Square Garden, famoso estadio deportivo y sala de conciertos que ha albergado convenciones políticas y hasta una infausta congregación nazi en 1939.
La elección del lugar está cargada de intenciones para un Trump que nunca ha sido profeta en su ciudad natal, en la que aspira a llenar "el estadio más famoso del mundo" y convertir la metrópoli a la causa republicana.
Aunque es poco probable que este feudo demócrata vote masivamente por el republicano, a poco más de una semana de las reñidas elecciones del 5 de noviembre el magnate republicano de 78 años podrá contar al menos con una gran cobertura mediática.
Este 'Jardín' ha sido testigo de conciertos de los Rolling Stones, Madonna o U2 pero también fue meca del boxeo hasta que los promotores de este deporte se llevaron los grandes campeonatos a Las Vegas, Nevada.
En febrero de 1939, unos meses antes de la invasión nazi de Polonia, el estadio -entonces en otra ubicación- acogió un mitin de la asociación germano-estadounidense Bund donde los 20.000 asistentes, rodeados de esvásticas, águilas imperiales y saludos nazis, pretendían denunciar las "conspiraciones" judías y al presidente Franklin D. Roosevelt, mientras 100.000 manifestantes protestaban contra su presencia en el exterior.
El debate sobre si Trump es fascista o no se agudizó en los últimos días después de que uno de sus antiguos jefes de gabinete, el general retirado John Kelly, dijera que el republicano encaja en esta definición, algo con lo que la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, dijo estar de acuerdo en un evento en directo en el canal CNN.
Según la revista The Atlantic, Trump llegó a decir, cuando era presidente: "necesito el tipo de generales que tenía Hitler", algo que el candidato republicano niega.
Sus principales aliados en el Congreso acusaron el viernes a Harris de fomentar la violencia, pese a que Trump no escatima insultos contra ella, a la que ha llamado fascista y marxista.
Los opositores de Trump recuerdan que ha dicho que si es elegido presidente, actuaría como un dictador el "primer día" de la presidencia y que podría utilizar el ejército para ir contra el "enemigo interno".
"Una de las cosas que verán... es a Trump recreando realmente el mitin del Madison Square Garden en 1939", dijo a la CNN Hillary Clinton, a quien Trump derrotó en las elecciones de 2016.
"Roosevelt estaba horrorizado de que los neonazis, los fascistas en Estados Unidos estuvieran haciendo cola básicamente para prometer su apoyo al tipo de gobierno que estaban viendo en Alemania", recordó Clinton.
"Por favor, abran los ojos al peligro que este hombre supone para nuestro país", agregó.
Admirador confeso de autócratas, Trump ha abrazado a menudo la retórica de la extrema derecha y ha construido su campaña en torno a promesas de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados que, según él, "envenenan la sangre" del país.
En 2017, al comienzo de su presidencia, fue objeto de críticas cuando dijo que había "gente muy buena en ambos bandos", al referirse a un enfrentamiento entre nacionalistas blancos y manifestantes en Charlottesville (Virginia), en el que murió una persona.
Es probable que Trump pase por alto cualquier controversia y aproveche su momento del domingo por la tarde en el Madison Square Garden para regodearse en un escenario que ha acogido anteriormente a celebridades tan variadas como Muhammed Ali, dos papas, Frank Sinatra y Marilyn Monroe.
Trump ya recibió el viernes el respaldo del diario sensacionalista más vendido de su ciudad natal, el New York Post, propiedad de Rupert Murdoch.
"¡¡¡GRACIAS POR EL MARAVILLOSO RESPALDO!!!" escribió Trump en su plataforma Truth Social.
gw/sms/af/mel