Israel confirmó el martes que había matado en un bombardeo hace tres semanas al sur de Beirut a Hashem Safieddine, que se perfilaba como sucesor de Hasán Nasralá, el líder histórico de Hezbolá asesinado en otro bombardeo pocos días antes.
"Ahora podemos confirmar que el jefe del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, Hashem Safieddine, y el jefe de la Dirección de Inteligencia de Hezbolá, Ali Husein Hazima, fueron abatidos junto a otros comandantes de Hezbolá en un bombardeo hace unas tres semanas", indicó el ejército israelí en un comunicado.
Hezbolá no reaccionó inmediatamente a este anuncio.
Nasralá murió en un bombardeo israelí también en los suburbios del sur de Beirut el 27 de septiembre.
"Acabamos con Nasralá, su sustituto y la mayor parte de la cúpula de Hezbolá", declaró en un comunicado el general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor del ejército israelí.
"Golpearemos a cualquiera que amenace la seguridad de los ciudadanos del Estado de Israel", añadió el comunicado.
Con barba gris, gafas y el turbante negro de los Sayed - los descendientes del profeta Mahoma -, Hashem Safieddine, de unos sesenta años, compartía un sorprendente parecido físico con su primo Hasán Nasralá.
Safieddine era uno de los miembros más importantes del Consejo de la Shura, la más alta instancia del partido. Una fuente cercana a Hezbolá afirmó que era "el candidato más probable" a suceder al fallecido jefe del movimiento chiita proiraní.
Un funcionario de Hezbolá indicó a la AFP el 5 de octubre que se había "perdido" el contacto con Safieddine desde los bombardeos israelíes cerca de Beirut del día anterior.
El 8 de octubre, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó en un vídeo dirigido a los libaneses que Israel había "eliminado a miles de terroristas, incluido Nasralá, el sustituto de Nasralá y el sustituto de su sustituto".
Tras casi un año de guerra contra el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza, Israel desplazó su mirada a Líbano a finales de septiembre, prometiendo asegurar su frontera norte ante los disparos transfronterizos de Hezbolá, aliado de Hamás.
Israel intensificó sus bombardeos aéreos contra bastiones de Hezbolá en todo el país y lanzó una ofensiva terrestre el 30 de septiembre.
Al menos 1.552 personas han muerto en Líbano desde el 23 de septiembre, según un recuento de AFP basado en cifras del Ministerio de Salud libanés.