En una de las ciudades más icónicas de los Estados Unidos, el paisaje urbano ha cambiado drásticamente debido a una creciente crisis provocada por una potente droga que tiene a muchas tiendas cerradas y a varios de sus ciudadanos caminando como zombies por las calles. A ello se ha sumado una ola de robos a los supermercados, que se han vuelto tan comunes que el personal de estos establecimientos solo contempla la situación con frustración.
La crisis del fentanilo, un opioide sintético usado en pequeñas dosis para tratar dolores intensos, pero que en grandes cantidades produce un efecto placentero, ha transformado por completo este lugar que antes solía ser uno de los puntos más turísticos en Norteamérica. Los efectos devastadores de este alucinógeno, 50 veces más potente que la heroína, han dejado a miles de personas atrapadas en un ciclo de adicción que se refleja en sus cuerpos y comportamientos. Las escenas de consumidores desorientados y colapsados en las aceras, incluso en frente de escuelas y de la policía, se ha convertido en parte del cotidiano de la ciudad.
Se trata de San Francisco, ubicada en el estado de California. En esta ciudad, el fentanilo, proveniente de China e introducida a los Estados Unidos principalmente por bandas mexicanas, según la Administración de Control de Drogas (DEA), ha ocasionado un aumento de la indigencia y la drogadicción. Este narcótico no solo ocasiona que sus consumidores luzcan como zombies en las calles, sino que también provoca cada año la muerte de más de 47.000 personas en EE. UU, de acuerdo con la agencia Centros para el control y prevención de enfermedades de EE. UU
Esta situación ha escalado a afectar a toda la comunidad de la ciudad, debido a que los drogadictos, quienes, según el creador de contenido Pau Clavero, muchas veces terminaron viviendo en la calle para poder drogarse, roban supermercados para poder luego adquirir más estupefacientes. En su visita a la ciudad, el youtuber pudo apreciar cómo una persona se llevó lo que quiso de un minimarket.
Los consumidores de fentanilo suelen quedarse en esta posición en las calles de San Francisco. Foto: Nyheder.
En 2014, con el objetivo de reducir la sobrepoblación de las cárceles y ahorrar dinero al condado, el estado de California aprobó la Proposición 47, que reconoció a los robos por montos inferiores a $950 como delitos menores, siempre que no haya violencia. Aunque la medida no despenaliza los delitos de hurto en establecimientos comerciales, redujo la severidad de las penas, lo que provocó un aumento de estos crímenes. Según la firma de abogados Kannan, de dicha ciudad, estas faltas actualmente se suelen castigar con libertad condicional, bajo servicio comunitario, monitoreo electrónico o retribuciones a la víctima.