El primer ministro de Hungría, el ultraconservador Viktor Orban, pidió este miércoles en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, un cambio en Europa, aunque fue recibido con protestas en el hemiciclo.
"La Unión Europea necesita cambiar, y me gustaría convencerlos de eso", dijo Orban quien se presentó ante la Eurocámara para revelar las prioridades de la presidencia semestral del Consejo de la UE, que ahora ejerce Hungría.
De acuerdo con el dirigente, se trata del "período más grave" de la historia del bloque, con la guerra de Ucrania a las puertas, la escalada del conflicto en Oriente Medio y una crisis migratoria que, según dijo, podría hacer que el sistema de fronteras abiertas "se desmorone".
"Nuestra unión necesita cambiar y la presidencia [húngara del Consejo de la UE] quiere ser el catalizador de este cambio", sostuvo.
Esta presentación de prioridades normalmente tiene lugar el inicio de la presidencia de cada país, aunque las tensiones entre Hungría y la UE hicieron que se llevara a cabo a mitad del mandato húngaro.
La presidenta de la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE), Ursula von der Leyen, participó de la sesión y en su discurso cuestionó a Orban por sus declaraciones sobre la cuestión migratoria.
"Usted ha dicho que Hungría está 'protegiendo sus fronteras' y que 'se está encarcelando a los delincuentes' en Hungría. Me pregunto cómo encaja esta afirmación con el hecho de que el año pasado, liberaron de prisión a contrabandistas y traficantes antes de que cumplieran su condena", dijo.
"Esto no protege a nuestra unión. Esto es solo arrojar problemas por encima de la valla de su vecino", dijo.
La presidenta del bloque parlamentario de los Verdes, la alemana Terry Reintke, fue todavía más directa: "Señor primer ministro, usted no es bienvenido en este Parlamento", le espetó, mirándolo directamente.
Legisladores de varios bloques políticos se reunieron para una protesta ante las puertas del hemiciclo, con pancartas contra la presencia de Orban.
"No más dinero para los corruptos", decían las pancartas, en un pedido para que la Comisión congele las transferencias de recursos a Hungría.
Cuando Hungría asumió la presidencia rotatoria de seis meses en julio, Orban se salió del guión: se embarcó en una "misión de paz" a Ucrania, Rusia y China, que sorprendió a todos y no fue coordinada con la UE.
En respuesta, Von der Leyen ordenó a altos funcionarios que no participaran en una serie de reuniones organizadas por la presidencia húngara, en un boicot de facto sin precedentes en el bloque.