La líder ultraderechista Marine Le Pen comparecerá a partir del lunes ante la justicia por presunta malversación de fondos públicos europeos cuando era eurodiputada, en un momento en que su partido vive su mayor período de influencia en Francia.
El tribunal correccional de París juzgará hasta finales de noviembre a Le Pen, de 56 años, a su partido Agrupación Nacional (RN) y a otras 24 personas por presuntamente pagar con el dinero del Parlamento Europeo a los empleados de su formación entre 2004 y 2016.
Los mayoría de imputados --nueve exeurodiputados, 12 exasistentes parlamentarios y cuatro colaboradores del partido-- niegan los cargos y buscarán trasformar el proceso "en un juicio político", según un allegado de Le Pen, citado por el diario liberal L'Opinion.
"Los asistentes de un diputado no son empleados del Parlamento Europeo, sino asistentes de diputados de un partido político (...) y tienen obviamente una vocación política", defendió la líder de RN a mediados de septiembre en el rotativo popular Le Parisien.
Los acusados se enfrentan a penas de hasta 10 años de prisión y un millón de euros de multa (1,1 millones de dólares), así como a una pena de 10 años de inhabilitación que supondría un revés para las ambiciones presidenciales de Marine Le Pen para 2027.
La investigación reveló la puesta en marcha de "forma concertada y deliberada" de un "sistema de malversación" de los 21.000 euros (23.460 dólares) al mes con los que cuenta cada eurodiputado para pagar a sus asistentes parlamentarios.
Pero, según los investigadores, los asistentes habrían trabajado en realidad parcial o completamente para el Frente Nacional (FN), rebautizado RN en 2018, que se habría ahorrado importantes sumas de dinero.
Entre estos figuran el guardaespaldas del fundador del FN y líder hasta 2011, Jean-Marie Le Pen; la asistente personal de Marine Le Pen, una de las hermanas de la líder ultraderechista y el diseñador gráfico del partido, entre otros.
Jean-Marie Le Pen, de 96 años y padre de Marine, no comparecerá finalmente ante la justicia a causa de su frágil estado de salud, como tampoco lo hará el también exeurodiputado ultraderechista Jean-François Jalkh.
La legislación europea prohíbe que los asistentes trabajen para el partido. El Parlamento Europeo, que denunció los hechos en 2015, evaluó el perjuicio financiero en 3 millones de euros (3,35 millones de dólares).
Entre los elementos comprometedores figura un mensaje del otrora tesorero del partido, Wallerand de Saint-Just, alertando de la mala situación económica: "Sólo saldremos de ésta si hacemos grandes ahorros gracias al Parlamento Europeo".
El juicio llega cuando RN vive su mejor momento. Su victoria en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 provocaron que el presidente Emmanuel Macron adelantara en junio las elecciones legislativas previstas inicialmente en 2027.
Y aunque la extrema derecha no se impuso esta vez, pese a liderar la primera vuelta, por una política tácita de pactos entre la alianza de centroderecha de Macron y la izquierda, Le Pen tiene las llaves de la supervivencia del nuevo gobierno francés, escorado a la derecha.
Muestra de esta influencia, el nuevo primer ministro, el conservador Michel Barnier, la llamó rápidamente para tranquilizarla después que su ministro de Economía, el 'macronista' Antoine Armand, dijera que su puerta estaba cerrada para RN, antes de retractarse.
El delfín de Le Pen, el eurodiputado Jordan Bardella, no está imputado en el caso, pese a que en 2015 trabajó algunos meses como asistente parlamentario de Jalkh. Pero, según el diario de izquierda Libération, el actual presidente de RN elaboró "documentos falsos".
Entre estos figuraría la compra en 2018 de una agenda "Aviones de excepción" de 2015 para escribir a mano falsos eventos de trabajo que justificaran su pasada labor de asistente, según Libération, en base a un libro de investigación de su periodista Tristan Berteloot.