Los rituales dedicados a la Pachamama, o "Madre Tierra", son prácticas ancestrales que tienen como objetivo honrar y agradecer a la tierra por los recursos que proporciona. Estas ceremonias son muy comunes en comunidades andinas de Perú, Bolivia, Ecuador, Argentina y Chile.
Esta ofrenda originaria de Sudamérica tiene un profundo significado espiritual dentro de la cosmovisión andina, ya que es considerado un altar dedicado a la Pachamama, esta se ha popularizado en la actualidad entre los viajeros extendiéndose alrededor del mundo.
Ese ritual se realizaba como forma de pago a la tierra. Foto: Salta Soy
Las apachetas, también conocidas como la construcción de montículos de piedras en espacios naturales, está asociada al turismo de naturaleza y reflejada en fotografías difundidas a través de las redes sociales, se ha convertido en una práctica cada vez más extendida en todo el mundo.
Estos montículos de piedras, que tienen su origen en la cultura andina, ahora se observan con mayor frecuencia en diversos entornos como bosques, zonas áridas y áreas protegidas. Estos apilamientos, que tienen una forma distintiva, se han vuelto cada vez más comunes en estos espacios naturales.
Estos montículos de tierra afectan al ecosistema. Foto: National Geographic
Las apachetas se divisan en diversas áreas naturales como España, Portugal, Islandia, Estados Unidos y Jerusalén se han encontrado muy lejos de sus orígenes en los Andes. Algunas de estas construcciones se han transformado en grandes acumulaciones de piedras, mientras que otras son pequeñas y tienen diseños que parecen desafiar la gravedad.
Aunque pueden parecer inofensivas, estas estructuras alteran el hábitat de diversas especies animales y vegetales, algunas de las cuales están amenazadas o en peligro de extinción. Las rocas, que son parte esencial del entorno natural, a menudo sirven como refugio para estas especies o influyen en las condiciones de microclima de las que dependen para sobrevivir.
El origen de la práctica de crear apachetas en los pueblos originarios de los Andes en América del Sur ha sido objeto de debate entre estudiosos e investigadores. Según el trabajo elaborado en Perú titulado Entre Huacas y Apachetas, se argumenta que mientras algunos consideran que las apachetas están directamente relacionadas con ofrendas espirituales a la Pachamama y los Apus, otros sugieren que estas acumulaciones de piedras cumplían diversas funciones más prácticas y simbólicas dentro de las comunidades andinas.
Una de las funciones atribuidas a las apachetas es su uso como marcadores territoriales. Se cree que las apachetas servían para delimitar los límites entre diferentes comunidades o grupos étnicos. Este tipo de uso reflejaría un profundo entendimiento de la organización espacial y social en los Andes, donde el paisaje y las montañas no solo tenían una función utilitaria, sino también espiritual. De esta manera, las apachetas podrían haber actuado como hitos visibles que, además de cumplir una función espiritual, también ayudaban a identificar el territorio de una comunidad específica.