China realizó el lanzamiento de un misil balístico intercontinental en un inusual ensayo en el Océano Pacífico, utilizando una ojiva ficticia. Este proyectil, parte de su programa de modernización nuclear, aterrizó en una zona previamente acordada, según informó el Ministerio de Defensa chino. Este lanzamiento no solo destacó por su carácter extraordinario, sino que también subraya las crecientes tensiones en el Mar de China Meridional y Taiwán.
Este tipo de pruebas balísticas, rara vez anunciadas de manera tan abierta por las autoridades chinas, representa un paso importante en el desarrollo del programa nuclear chino, el cual ha sido un punto de creciente preocupación para las potencias mundiales. Según expertos, este tipo de maniobras busca mostrar el avance tecnológico del gigante asiático en medio de una escalada militar que pone en tensión a toda la región.
El misil intercontinental lanzado por China en el Pacífico es considerado uno de los ejercicios más singulares de las últimas décadas. El Ministerio de Defensa chino calificó el disparo como parte de su "plan de entrenamiento anual rutinario", aclarando que el ensayo no fue dirigido contra ningún país en particular. Sin embargo, el contexto internacional y las tensiones geopolíticas actuales otorgan un significado mucho más amplio a esta prueba.
China llevó a cabo una prueba inusual de un misil intercontinental, señalando un progreso en su programa de modernización nuclear. Foto: EFE
Ankit Panda, investigador de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, destacó que este tipo de ensayo, realizado fuera del territorio continental chino, es extremadamente raro. "Es probablemente la primera vez en décadas que presenciamos un ejercicio de estas características", indicó el experto, sugiriendo que el lanzamiento forma parte de los esfuerzos de China por modernizar su capacidad nuclear frente a otras potencias, como Estados Unidos.
El misil intercontinental voló el 25 de septiembre y cayó en alta mar, según informaron las autoridades. Aunque no se reveló el punto exacto de impacto ni si el disparo fue realizado desde tierra firme o desde un submarino, el ensayo mostró la capacidad de China para desplegar este tipo de armamento avanzado.
El lanzamiento ocurre en un marco de rivalidad con Estados Unidos y tensiones con Taiwán y Filipinas. Foto: El Economista
Este tipo de misiles, diseñados para llevar ojivas nucleares a largas distancias, son una de las armas más poderosas del arsenal militar. El proyectil utilizado en esta prueba llevaba una ojiva ficticia, en línea con los protocolos internacionales. El Pentágono, por su parte, ha estado monitoreando de cerca estas maniobras, dado que Estados Unidos ha expresado su preocupación por el rápido crecimiento del arsenal nuclear chino.
China ha venido fortaleciendo su programa nuclear en las últimas décadas. Según informes del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el país asiático superó las 500 ojivas nucleares operativas en mayo de 2023 y se proyecta que podría alcanzar más de 1.000 para el año 2030. Aunque el arsenal chino es significativamente menor que el de Estados Unidos y Rusia —quienes poseen alrededor de 3.700 y 4.500 ojivas, respectivamente—, su ritmo de crecimiento ha generado preocupación en el escenario global.
China está ampliando su capacidad nuclear, con más de 500 ojivas operativas en 2023. Foto: Alexander Zemlianichenko / Associated Press
Pekín ha sostenido que su arsenal nuclear es de carácter defensivo, insistiendo en que no tiene intenciones de competir con las dos principales potencias nucleares del mundo. No obstante, la modernización de su armamento, incluido el desarrollo de misiles intercontinentales más avanzados, muestra un claro compromiso con el fortalecimiento de sus capacidades estratégicas.
La comunidad internacional ha seguido de cerca los avances del programa nuclear chino, especialmente en un contexto de tensiones con Estados Unidos y sus aliados en Asia. Los ensayos balísticos, como el reciente lanzamiento en el Pacífico, se perciben como parte de una estrategia de disuasión ante la creciente presencia militar estadounidense en la región, particularmente en el mar de China Meridional, donde también hay disputas territoriales con Filipinas.
Aunque China asegura que estas pruebas están en línea con las normativas internacionales, muchos países interpretan estos movimientos como una señal de advertencia. La expansión del arsenal nuclear chino también ha llamado la atención de organizaciones como el Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo (SIPRI), que monitorea el desarrollo armamentístico global y advierte sobre los riesgos que representa el aumento de la capacidad nuclear en la estabilidad internacional.