Las universidades tienen la capacidad de educar a los estudiantes sobre los desafíos globales relacionados con la sostenibilidad, como el cambio climático, la desigualdad social y la pobreza. Esto fomenta una generación más consciente y preparada para abordar estos problemas, lo que es fundamental para lograr un cambio duradero.
En este contexto, el Times Higher Education publicó su ranking de impacto 2024, que evalúa y clasifica a las universidades según su contribución a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU.
Este ranking internacional califica a los mejores países. Foto: BBC
Brasil es el único país sudamericano que cuenta con más universidades dentro del top 10 del mundo. Esta nación tiene a 55 escuelas que lograron las mejores clasificaciones en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, superando a Estados Unidos y Francia.
La única nación dentro del top 10 es Brasil. Foto: LR
La sostenibilidad en las universidades refuerza su reputación y atractivo, ya que tanto los estudiantes como los empleadores valoran cada vez más el compromiso con prácticas responsables y éticas.
Costa Rica lidera en América Latina con el mayor porcentaje de población con educación universitaria y está en el puesto 30 a nivel global. Aproximadamente el 23% de los costarricenses entre los 23 y los 64 años ha completado estudios universitarios o ha participado en algún tipo de educación superior. Este alto porcentaje refleja el compromiso del país con la educación como motor de desarrollo y progreso social.
En seguida, Colombia se posiciona en el segundo lugar en la región y el 32.º a nivel mundial, con un 22,2% de su población adulta en el rango de edad analizado que ha completado estudios terciarios. El país ha realizado esfuerzos notables para mejorar el acceso a la educación superior; la inversión en educación y la ampliación de las instituciones educativas han sido factores clave en estos logros.
México se encuentra en la posición número 36 a nivel mundial, con un 16,8% de su población entre los 23 y 64 años que ha accedido a la educación terciaria. Aunque México enfrenta desafíos en términos de cobertura y calidad educativa, estos datos destacan el esfuerzo del país por ampliar las oportunidades de acceso a la educación superior.