Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, viajará a China la próxima semana en un nuevo intento de mitigar la tensión cuando faltan dos meses y medio para las elecciones en Estados Unidos.
Sullivan viajará a Pekín del 27 al 29 de agosto en la primera visita de un asesor de seguridad nacional estadounidense al país desde 2016, aunque otros altos cargos, incluido el jefe de la diplomacia Antony Blinken, lo han hecho en los últimos dos años.
El viaje tiene lugar en plena batalla electoral en Estados Unidos para los comicios de noviembre, en los que se espera que la vicepresidenta Kamala Harris, candidata a suceder a Biden, haga campaña a favor de seguir buscando el diálogo con China al tiempo que mantiene la presión.
Su rival republicano, Donald Trump, ha prometido una línea más dura y algunos de sus colaboradores prevén un enfrentamiento global de gran alcance con China.
Un funcionario gubernamental declaró a periodistas que pese a las negociaciones el gobierno de Biden estima que la relación con China es "intensamente competitiva".
"Estamos comprometidos a realizar las inversiones, reforzar nuestras alianzas y dar el paso común en materia de tecnología y seguridad nacional que necesitamos dar", dijo, refiriéndose a las restricciones a las transferencias de tecnología estadounidense a China impuestas bajo el mandato de Biden.
Sin embargo es partidario de "gestionar esta competencia de forma responsable y evitar que derive en un conflicto", añadió.
Taiwán ha sido un tema de discordia, porque Pekín lo considera parte de su territorio y no descarta "reunificarlo" por la fuerza.
"Vamos a expresar nuestra preocupación por el aumento de la presión militar, diplomática y económica de China sobre Taiwán", declaró el funcionario.
"Estas actividades son desestabilizadoras, suponen un riesgo de escalada, y vamos a seguir instando a Pekín a entablar un diálogo" con Taipei, añadió.
El funcionario afirmó que Sullivan también hablará del Mar de China Meridional, donde la tensión ha ido en aumento entre el gobierno chino y Filipinas, aliado de Estados Unidos.
El funcionario no dijo que Estados Unidos espere avances en el viaje, en el que Sullivan se reunirá con el jefe de la diplomacia china Wang Yi y reiterará la preocupación de Washington sobre el apoyo de China a Rusia en la expansión de su industria de defensa desde la invasión de Ucrania.
Pekín replica que, a diferencia de Estados Unidos, no entrega armas directamente a ninguno de los dos bandos.
Históricamente China se ha mostrado dispuesta a trabajar con los asesores de seguridad nacional estadounidenses, por su influencia en la toma de decisiones del presidente y porque pueden negociar lejos de los focos mediáticos que acompañan al jefe de la diplomacia o a altos cargos.
Sullivan y Wang se han reunido cuatro veces en el último año y medio -una en Washington y las otras en Viena, Malta y Bangkok-, así como junto a Biden y el presidente chino Xi Jinping en una cumbre en noviembre pasado en California.
Sullivan también hablará con Wang sobre Corea del Norte y Oriente Medio, donde China ha criticado el apoyo estadounidense a Israel y Estados Unidos quiere que Pekín contribuya a poner freno a Irán.