En un mundo cada vez más globalizado, la seguridad se ha convertido en un factor crucial para la planificación de viajes. Recientemente, Forbes publicó un estudio que identifica las ciudades más seguras e inseguras a nivel mundial, proporcionando datos relevantes. Este análisis se fundamenta en diversas métricas, como la violencia, la criminalidad, las amenazas terroristas y los factores económicos, además de la percepción pública sobre la tranquilidad en las calles.
Según el informe de Forbes, Bogotá, Colombia, es la única ciudad sudamericana entre las cinco más inseguras del mundo. El ranking se fundamentó en la evaluación de seguridad para viajes del Departamento de Estado de los Estados Unidos, en el índice de riesgo de criminalidad por ciudad de Numbeo y en datos sobre seguridad personal proporcionados por The Economist.
Karachi enfrenta problemas críticos relacionados con el terrorismo y el crimen organizado. La ciudad es un punto de tránsito clave para el tráfico de drogas y armas debido a su puerto, lo que incrementa la presencia de redes criminales internacionales. Además, los conflictos sectarios y las disputas políticas locales suelen derivar en violencia y disturbios, lo que contribuye a un ambiente general de inseguridad.
Lagos, como centro comercial de Nigeria, sufre altos niveles de criminalidad. El rápido y descontrolado crecimiento urbano ha generado problemas significativos de sobrepoblación y pobreza, exacerbados por una infraestructura de seguridad insuficiente. La corrupción y la ineficiencia en las fuerzas policiales agravan la situación, dejando a residentes y visitantes en un estado constante de vulnerabilidad.
En Manila, el crimen común, como robos y asaltos, es un problema persistente, especialmente en áreas turísticas y distritos pobres. La guerra contra las drogas iniciada por el gobierno ha incrementado la violencia y las ejecuciones extrajudiciales, lo que ha deteriorado la percepción de seguridad en la ciudad y ha creado una atmósfera de temor e incertidumbre entre la población.
Aunque Bogotá ha mejorado en seguridad en los últimos años, aún enfrenta desafíos relacionados con robos, asaltos y delincuencia callejera. La percepción de inseguridad sigue siendo alta, y ciertas áreas de la ciudad son especialmente peligrosas debido a la presencia de bandas y la venta de drogas. La situación se agrava por las pronunciadas desigualdades económicas y la insuficiencia de efectivos policiales en zonas clave.
Bogotá es la capital de Colombia y su urbe más extensa. Foto: KAYAK
Daca enfrenta una combinación de alta densidad de población, pobreza extrema y una capacidad limitada de las autoridades para gestionar el orden público. La ciudad ha sido escenario de ataques terroristas en el pasado, lo que ha afectado negativamente la percepción de seguridad entre habitantes y visitantes.
El estudio también identifica otras ciudades con altos niveles de inseguridad que afectan su atractivo turístico:
En contraste, el estudio de Forbes resalta ciudades donde la seguridad es ejemplar, lo que las hace destinos preferidos por los turistas que buscan tranquilidad y protección:
La inseguridad impacta directamente y de manera considerable en las economías locales. Las ciudades con altos índices de criminalidad suelen experimentar una disminución en el turismo, lo que reduce los ingresos de esta industria y puede desencadenar un ciclo negativo de menor inversión y crecimiento económico. Estudios de instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional muestran que mejorar la seguridad no solo beneficia a los ciudadanos, sino que también es crucial para atraer inversiones extranjeras y fomentar el desarrollo económico sostenible.