En el devastador bombardeo realizado contra Rafah, en Gaza, Israel utilizó municiones fabricadas en Estados Unidos, según un análisis de CNN. Al menos 45 personas murieron y más de 200 resultaron heridas, la mayoría mujeres y niños, en uno de los ataques más mortíferos del conflicto. Este suceso ha generado una condena internacional generalizada y ha puesto bajo escrutinio el uso de armamento estadounidense en la ofensiva israelí.
De acuerdo con las imágenes obtenidas por el medio CNN, el ataque generó caos en el campamento de desplazados, el cual se llenó de llamas y de decenas de personas que intentaron desesperadamente ponerse a salvo. Muchas de las víctimas resultaron completamente calcinadas y tuvieron que ser sacadas de los escombros por equipos de rescate.
Médicos preparan los cuerpos de los gazatíes muertos en un ataque israelí contra un campo de desplazados. Foto: AFP
PUEDES VER: España reconoce oficialmente a Palestina como un Estado en medio de las críticas de Israel
El ataque se produjo el último domingo 26 de mayo en el campo de desplazados internos conocido como "Campo de Paz Kuwait 1", situado a las afueras de la ciudad de Rafah. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, al menos 45 personas perdieron la vida y más de 200 resultaron heridas.
Este ataque ha sido parte de la escalada de la ofensiva israelí en Gaza, que ya lleva siete meses en curso. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han justificado sus acciones afirmando que el objetivo del ataque eran altos mandos de Hamas, pero la magnitud del daño y la cantidad de víctimas civiles han generado una ola de indignación internacional.
Palestinos se reúnen en el lugar de un ataque israelí contra un campo de desplazados internos en Rafah. Foto: AFP
Un análisis de CNN ha identificado las municiones utilizadas en el ataque como bombas GBU-39 de pequeño diámetro, fabricadas en Estados Unidos por Boeing. Cuatro expertos en armas explosivas confirmaron a dicho medio la identificación de estos fragmentos, que fueron geolocalizados en el sitio del ataque. La GBU-39 es conocida por su alta precisión y su capacidad para minimizar daños colaterales. Sin embargo, su uso en áreas densamente pobladas como Rafah siempre conlleva riesgos significativos.
Chris Cobb-Smith, un experto en armas explosivas, explicó que aunque la GBU-39 está diseñada para ataques precisos, su utilización en zonas urbanas densas puede resultar en altos niveles de daño. Trevor Ball, exmiembro del equipo de desactivación de artefactos explosivos del ejército estadounidense, corroboró esta información al identificar fragmentos característicos de la GBU-39 en el lugar del ataque. Los números de serie de los restos de municiones también coincidían con un fabricante con sede en California.
PUEDES VER: ONU condena el bombardeo de Israel a campo de desplazados en Rafah, en la Franja de Gaza
La comunidad internacional ha reaccionado rápidamente al ataque en Rafah. La Organización de las Naciones Unidas, grupos de ayuda humanitaria y varios gobiernos han condenado el asalto y han pedido a Israel que detenga inmediatamente su ofensiva. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha mantenido su política de apoyo a Israel, a pesar de la creciente presión política para reevaluar la ayuda militar estadounidense en el contexto de la ofensiva en Gaza.
Varias movilizaciones se realizan a nivel mundial para pedir el fin de los ataque de Israel en Gaza. Foto: AFP
El apoyo militar de EE. UU. a Israel ha sido constante a lo largo de los años, y recientemente se aprobó un proyecto de ley que incluye $15.000 millones en ayuda militar a Israel, US$9.000 millones en ayuda humanitaria para Gaza y US$2.400 millones para operaciones militares estadounidenses en la región. Sin embargo, la identificación de municiones estadounidenses en ataques con altas bajas civiles ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de EE. UU. en el conflicto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado el ataque como un trágico error, pero ha reiterado el compromiso de Israel de continuar con su operación.