La madrugada del 18 de marzo de 1990, el Museo Isabella Steward Gardner de Boston, Estados Unidos, fue escenario del mayor robo de arte de la historia. Un hecho en el que dos hombres disfrazados de policías robaron 13 piezas valiosas, entre ellas Rembrandt y Vermeer, valorizados en 500 millones de dólares.
El evento ocurrió durante las celebraciones del Día de San Patricio, lo que hizo que el robo fuera más audaz. A más de tres décadas del atraco, el caso sigue sin resolverse, lo cual genera miles de preguntas y varios sospechosos.
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El 18 de marzo de 1990, los ladrones ingresaron al museo y tocaron el timbre de la puerta del personal de seguridad. Según reportes oficiales, alegando que respondían a una llamada de disturbio, entraron al lugar. Luego, los delincuentes redujeron al guardia nocturno Richard Abath, lo ataron y lo llevaron al sótano.
Una vez en el lugar, los delincuentes pasaron 81 minutos dentro del museo. Sustrajeron todo tipo de pinturas, que superan los 500 millones de dólares, entre las que se encuentran:
Foto de la Policía de Boston horas después del asalto al museo Isabella Stewart Gardner en 1990. Foto: New York Times.
Desde el momento del robo, las autoridades han llevado a cabo múltiples investigaciones y seguimientos, pero hasta la fecha ninguna de las obras ha sido recuperada y los perpetradores continúan en libertad. La falta de pistas sólidas y testimonios creíbles ha dificultado la resolución del caso. Algunas teorías sugieren que las obras fueron sacadas del país y vendidas en el mercado negro del arte.
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En 2005, la investigación dio un giro inesperado hacia la isla francesa de Córcega, en el mar Mediterráneo, cuando dos franceses, presuntamente asociados con la mafia corsa, intentaron vender un Rembrandt y un Vermeer.
Bob Wittman, exagente especial del FBI, participó en una operación encubierta para adquirir las piezas, pero el plan fracasó cuando los hombres fueron arrestados por intentar vender arte robado del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Niza.
El FBI y Museo Isabella Steward Gardner ofrecen una recompensa por información del paradero de las obras robadas. Foto: New York Post
Myles Connor, un conocido criminal y ladrón de arte, fue uno de los principales sospechosos. En 1975 robó un Rembrandt del Museo de Bellas Artes de Boston. Connor fue el primer sospechoso del FBI en el caso Gardner, aunque estaba encarcelado en ese momento. Además de su carrera criminal, Connor también tuvo una carrera en la música, donde conoció al promotor Al Dotoli. En 1976, Connor intentó usar un Rembrandt robado como palanca para reducir su sentencia.
En la actualidad, el Museo Isabella Stewart Gardner sigue exhibiendo las obras de arte que permanecen en su colección, pero los espacios vacíos en las paredes sirven como un recordatorio constante del robo sin resolver.